domingo, 27 de junio de 2010

¿Desmitificar a Bielsa?

El universo del fútbol se dimensiona en 64 partidos por ahora jugados en Sudáfrica. En este vasto universo hay un ausente muy importante, casi determinante en la configuración del fútbol de hoy: José Mourinho. Este personaje se halla a las antípodas de otro: Marcelo Bielsa. ¿Por qué los comparo? Por un detalle muy simple. Creo que el fútbol moderno se debate en aquello que ha llegado a conceptualizar tanto en el discurso como en la cancha además en los logros estos dos directores técnicos, directores de orquesta, pensadores y ejecutores de fútbol… Lo que los diferencia no es el fin sino el medio, a ambos el único elixir que los alimenta y los fecunda es el triunfo pero los métodos para llegar a él los acomoda en mundos distintos de este apasionante universo que se llama fútbol.

Detrás de Mourinho siempre se levanta una polvadera de adjetivos que constantemente apuntan a la racanería, pragmatismo y mezquindad. Por el contrario, detrás de Bielsa los adjetivos, casi en consenso, lo coronan como el Dt distinto, el del pressing, el obsesivo del detalle, el pretensioso que piensa en “todas” las variables del juego, el que pierde pero pierde atacando. En este texto no quiero abrir la zona mediática que igual los diferencia y los transforma en sujetos densamente particulares, sólo pensemos en la arrogancia y las estrategias del lusitano que siempre se transforman en titulares de los medios del mundo y en los ojos agachados de Bielsa que evaden de forma sistemática los lentes de todo tipo de cámaras. Ahora, quisiera detenerme en el juego, en los estilos que proponen ambos entrenadores y configuradores de fútbol.


El viernes Bielsa a través de la selección chilena así como deslumbró cómo sus seleccionados quitaron el balón a la selección española de algún modo para mí el rosarino se mostró algo ingenuo y predecible (ingenuo en ese idilio que persigue a través del fútbol), demasiado enamorado de sus formas de ver el fútbol, de sus conceptos, de sus obsesiones. En otras palabras, demasiado enamorado de sí mismo. Creo que Chile se entregó con mucha facilidad frente a España. Fue por supuesto mucho más interesante ver a Chile, como Ícaro que va al sol sabiendo que sus alas son de cera... Y en esto Bielsa fue el mayor responsable. En todas sus declaraciones previas señaló que él no puede plantear partidos para el empate, sólo puede diseñar juego en función de ganar. No entendió que España con el empate podía estar eliminada y no jugó con esa variable especulativa. Asustó sin causar el menor rasguño en el área española, dominó durante 25 minutos y a partir de ahí se cayó su planteamiento, los jugadores –con rostros muy parecidos a los argentinos frente a Suecia– además de extenuados, se extraviaron en entorpecer el juego español con faltas y con muchas fragilidades e imprecisiones en la salida. FUeron estos detalles los que le hicieron perder el partido. Bielsa podía haber jugado con la ansiedad española, podía haber administrado mejor la ansiedad de la selección que dirige y no lo hizo. Esto demuestra que Bielsa apuesta de manera obsesiva y casi predecible a una sola forma de ganar que es la suya. En síntesis: Bielsa trabaja sus equipos a un registro. Creo que se equivocó frente a España… Chile no es Argentina, no es Brasil…

Mourinho es un Dt mucho más maquiavélico en ese sentido. Sus equipos desde el punto de vista de espectador no seducen, adormecen el juego... Pero el detalle que es interesante en el portugués es que no se repite y sale a ganar cuando así el contexto lo determina o sale a racanear cuando la situación se lo exige como método más importante para plantear un partido. Para él no es indigno buscar un empate. Pero repito, lo interesante es la multiplicidad de registros. Si pensamos frente a Barcelona en la semifinal de la Champions League el Inter no podía salir a presionar a lo loco a Barcelona porque terminaría perdiendo. A Mourinho, como a todo DT, le piden la victoria, él piensa, estudia, y comprende que sólo de este modo puede ganar ante el equipo al que no se le puede discutir la posesión del balón, a Barcelona. Frente al mismo equipo en su casa presenta otros rostros, otro modo de poseer el balón, también de atacar a Barcelona y gana 3 a 1.


Con esto no quiero decir que Mourinho es un mejor técnico que Bielsa. Sin embargo, creo que el fútbol te exige una multiplicidad de registros para encararlo. Creo que Bielsa allanó el camino español, le abrió las puertas a ser primero del grupo con mucha ingenuidad y testarudez. El necesitado parecía Chile y al final del partido terminó rogando que Suiza no le gané a Honduras. En ciertas circunstancias, no está mal la racanería, la mezquindad, sobre todo en selecciones menores como la chilena. Mañana la selección de Dunga esperará ansiosa que Bielsa le planteé un partido similar al de España, donde Bielsa asombre al universo del fútbol con su modesta selección dominando al penta campeón. Ese será un territorio muy propicio para que Brasil se come a su presa en octavos. Pero al final del partido todos admirarán al “gran técnico”, a sus obsesiones, a su admirable pressing, hablarán “que bien le robó Chile la pelota a Brasil” y punto eso será todo… ¿No hay algo de demagogia en esto? ¿Acaso Bielsa no es igual de maquiavélico que Mourinho? ¿A Bielsa le interesa que Chile trascienda en el mundial? ¿O acaso es más importante su ego profesional? Ojalá mañana Bielsa me sorprenda y no haga más de lo mismo: una sutil racanería y mezquindad personal…

2 comentarios:

La Zuazo dijo...

¡Y pucha que hoy se ha confirmado lo que propones! Chile atacó a Brasil durante la primera media hora y unos minutos más, y luego el planteamiento de Bielsa se cayó nuevamente. Ganó Brasil con 3 goles y pudieron ser más, ¿no?

Y ya sabes lo que pienso de Mourinho...,¡es genial!

Un abrazo y larga vida al fútbol.

Roberto Ríos Michel dijo...

Bielsa parte desde la belleza, desde el concepto de la palabra belleza; para él, se puede arañar belleza cuando se tiene protagonismo, y éste sólo se obtiene cuando se poseé la pelota; por tal cosa, prepara a sus equipos para tener la pelota, es su forma de juego, y debe de ser plausible, a todas luces, aunque, como bien lo señala usted, a veces se convierta en un suicidio; pero es un estilo, y ese no se cambia, porque si un dt lo cambia, perdería el respeto del jugador, no hay que olvidarnos que uno de los preceptos bielsísticos es que el dt debe convencer al jugador de que hay un camino, y éste no se abandona jamás, saludos