jueves, 31 de enero de 2008

El fútbol de La Paz F. C. en Balanza

La Paz Fútbol Club concentra lo peor y a su vez lo mejor del fútbol boliviano. Planteado el oximorón valga desenredar el nudo y plantear la polémica.

Lo Peor...
Lo peor, porque se trata de un equipo que sufre de ese mal intrínseco del fútbol hecho en Bolivia, me refiero al bendito Síndrome de Impotencia Frente Al Arco (recuerden los remates de Alasitas de Augusto A., o ese casi gol de Helmuth G.). Lo peor, porque se trata de un equipo que siempre golea, gusta y gana en el mereciometro. Lo peor, porque gira en torno de su único dirigente, mentor y creador: el PetroDólar, Mauricio Gonzales; de este modo se repite el vicio dirigencial futbolero de hacer girar la máquina del club en torno al, generalmente oscuro, mecenas de turno. Lo peor, porque la ausencia de un jugador vital, como el Chaqueño Gutiérrez, desestructuró los mecanismos y las esperanzas para construir juego y peligro ofensivo en el área donde se concreta la diferencia. Lo peor, porque el inquebrantable largo oficio de Machado languideció y se transformó en la pieza inestable que consumó la derrota.

Lo Mejor...
Expuesto el vicio toca desenrredar las virtudes. Lo mejor, porque se trata de un equipo cohesionado por el hilo y la aguja de un director técnico, Sergio Apaza, que nunca subestimó la inteligencia y el carisma como herramientas para gestionar el horizonte futbolero de La Paz (virtud escasa en un contexto donde predominan DTs que optan por ostentar su prepotencia y su torpeza en el sutil arte de configurar juego). Lo mejor, porque la modesta, artesanal y poco glamourosa planilla de jugadores de La Paz F. C. impregnaron a la liga de una fuerte connotación sudorosa de tono obrero y cobrizo. Mensaje que en el fútbol ejercido por La Paz F. C. se traduce en la sutil consigna de impregnar de sudor cualquier cancha (virtud que se potencia en un contexto futbolero donde prevalece la displicencia al mejor estilo de un tal José Alfredo Castillo). Lo mejor, porque el fútbol de La Paz F.C., arrastrando el prejuicio de "equipo chico", se ha ido construyento pase a pase, toque a toque, gol a gol, tropiezo a tropiezo, punto a punto, deseo a deseo.


El fútbol de La Paz F. C. es una síntesis virtuosa de lo mejor y lo peor del fútbol boliviano: fútbol eficiente, tejido al ras del chiji; pero impotente, ineficaz, volatil, melancólico en el momento de concretar el orgasmo que hace del fútbol lo que es: el GOL..


Foto: Marcas, La Razón.


domingo, 27 de enero de 2008

Técnica, Táctica, Estrategia



Walter Vargas es más que un periodista deportivo. Ingresa a las tramas que ofrece el fútbol con las resbalosas herramientas que brindan las palabras. De ahí deviene su marcada diferencia. En julio de 2007, la particular editorial argentina Al Arco –dedicada a publicar libros futboleros– editó una joyita libresca: Fútbol Delivery. Uno de los varios atributos del libro de Vargas es su enorme capacidad de concentrar en tres párrafos los espesores que bullen en el fútbol. El libro, en ese sentido, es un conjunto de joyitas lúcidas que hacen del fútbol un objeto aún más indócil. Pero basta de definir el exquisito y admirable trabajo de este orfebre de la palabra y del fútbol. Porque definir, como lo escribió en otro texto el propio Vargas: “es apresar, oprimir, tomar por la fuerza. Y el fútbol es un objeto indócil. La pelota lo es”. Con esta aclaración a los futboleros de cepa que sudan fútbol y que también juegan con las palabras los invito a explorar la superficie y las profundidades, los nudos, los mecanismos de ironía, los meandros, los recovecos, los mecanismos y las piezas, el profundo y explícito sentido del humor, las máscaras, el magma de los sentidos que Walter Vargas exprime del juego de la pelotita. En este post les ofrezco los tres lados de la moneda futbolera desde la pluma del gran Vargas: Técnica, Táctica y Estrategia.

Técnica
¿Dónde está escrito que la técnica se resume en la destreza con que se maneja el fútbol? Deduzco que allá lejos y hace tiempo alguien debe de haber dicho una cosa así con la suficiente convicción para que ese alguien, o otro, un amanuense de ocasión, se haya puesto a escribirlo y, se ve, escrito quedó. Pero sépanme disculpar, aun conteniendo el dominio de la pelota, el control, la justeza en la pegada, la técnica propiamente dicha es otra cosa de acá a la Polinesia. La técnica, (del griego tekhnikós, relativo a un arte) comprende un conjunto de habilidades o una suma de conocimientos teóricos y prácticos aplicados a determinada actividad. Nótese “conjunto” y “conocimientos teóricos”. Hablando en plata: el futbolista de ley no se define por el modo con que maneja la globa, la lleva, la trae, la mezquina, etcétera, y gastará toda esa pólvora en chimango si carece de ductilidad, intuición, decisión, inventiva, discernimiento, agudeza y fiereza, que aun cuando corresponda al casillero de lo espiritual no deja de sazonar el plato de la técnica.
Si no hay sesera, si no hay eso que llaman “entendimiento del juego”, los cacareados gestos técnicos son cartón pintado, pero además, ¿quién dijo que técnica y belleza van necesariamente de la mano? Hay jugadores de estupenda técnica que son un canto a la tosquedad. Ahí anda el Flaco Schiavi, un olvidado de la mano de Dios en cuanto ligerazas, sutilezas y amonías, que sin embargo a la hora de defender da cátedra en más de una asignatura. Por saber: sentido del anticipo o de tiempo y distancia, presteza para colocar el cuerpo en una instancia de fricción y para forzar al delantero a que efectúe la maniobra con su perfil menos hábil, o con un mínimo de espacio, y pertinencia para cruzar a las espaldas del compañero anulado por una gambeta o un pase que lo toma a contrapié.



PD: allá por los ochenta fue a probarse a Boca un chiquilín capaz de hacer quinientos jueguitos sin despeinarse, pero no bien arrancó el picado se reveló incapaz de ejecutar operaciones elementales para un fulbipibe y el seleccionador se vio obligado a explicarle el malentendido: un jugador es un jugador y un malabarista es un malabarista.

Táctica
La táctica es como el sol que menta Marilina Ross: aunque no la veamos siempre está. Pero la táctica, esa noción abstracta que tanto embelesa a los tacticómetros y tanto escandaliza a los románticos tardíos, es un poco más profunda que un pizarrón y un señor gesticulante que al borde de la cancha hace señas de vayan o de vengan y en los vestuarios abunda en bocadillos chatarra del tipo qué quieres si se metieron todos atrás. La táctica, que suele confundirse con la estrategia del mismo modo que se confunde la cosecha con la siembra, es el arte de poner las cosas en orden. La táctica, salgamos ya de los merodeos, es organización. Y sin organización un partido de fútbol se convierte en una mera cacería de pelota, que está muy bien para jugadores de pre-kinder pero queda feo en adultos de cualesquier raza, credo y religión. Hasta un picado en la playa debe someterse al imperativo de la organización, es decir, de la táctica, pese a que sus manifestaciones carezcan de todo ornamento y se circunscriban a prosaísmos como “cubrime, Azul”, “pasala, Verde”, “cortada, Pelado”, “cruzate, Remera”, etcétera.



La táctica es sistema, reglas, disposición, previsión, cálculo, habilidad. La táctica es información calificada y herramienta en perspectiva. La táctica es eso que un tal George Mad dio en llamar “el otro generalizado” y consiste, si hablamos del Estudiantes campeón, por ejemplo, en que Angeleri tenga incorporado el chip de la función que cumple Braña, y Braña tenga incorporado el chip de la función que cumple Verón, y Verón el de Calderón, y así, pero al mismo tiempo Angeleri conoce las coordenadas de Braña con Verón y de Braña con Calderón, y de Calderón con Pavone, hasta gestarse una promiscuidad que, bien llevada, es fuente de singular de disfrute. La táctica, a ver, no revela las grandes verdades (...). La táctica no es el qué: la táctica es el cómo.

Estrategia
La táctica es el cómo pero la estrategia es el qué. La estrategia, entonces, es el arte de fijar los objetivos y dirigir los procedimientos tendientes a consumarlos. Las “operaciones”, en jerga militar, una jerga que, de paso, no será ociosa desde el momento que nociones como táctica, estrategia, logística, se las debemos a los ya remotos cráneos del belicismo. Y el fútbol, arena moderna que invita a cotejar por un territorio y disponer de una recompensa que exige poner en retirada al enemigo (derrotarlo: vencerlo, someterlo, forzarlo a la fuga, a emprender su lastimoso derrotero), se nutre sensiblemente de las fecundidades estratégicas aun cuando más de cuatro no sepan poner en palabra de qué va el asunto. Estrategia, en buen romance, es la petición de principios que define el trazo grueso de la empresa: atacar, defenderse, contraataque, sincerar una posición ante ese bendito “protagonismo” que, según observa Bielsa, no contiene más posibilidades que asumirlo, cederlo o compartirlo. Resuelto el corazón de la estrategia, ahora sí cabe dar el paso siguiente: disponer tácticamente las piezas. El cómo del ataque (número, sintonía, sincronía, variantes, etcétera), de la defensa (¿marca hombre a hombre, zonal, mixta?), del contraataque (¿con uno o con dos delanteros, soltando volantes, saliendo en bloque?), en fin, dar vida a los ingredientes, preparados, puntos de cocción. Rubricar la receta. Ahora, a sabiendas de que no estoy descubriendo la pólvora, que más bien estoy hablando del caballo blanco de San Martín, me permito la insolencia (y desde ya ofrezco mis disculpas a los eventuales damnificados) a fuerza de registrar que unos cuantos entrenadores no disciernen táctica de estrategia, y viceversa, y terminan por perpetrar verdaderos mamarrachos. ¿O no estamos cansados de ver equipos que salen a colgarse del travesaño y les generan veinte situaciones de gol o equipos que salen con cuatro delanteros y no ven al arquero rival ni en fotos? A propósito de tácticas y estrategias: ¿Por qué será que hablamos mucho de equipos bien parados o mal parados pero no hablamos de equipos bien movidos o mal movidos?

viernes, 25 de enero de 2008

Copa Africa: la otra cara


El periodismo deportivo boliviano si por algo ostenta una debilidad y una mediocridad admirable es justamente porque se trata de una práctica que no posee una fuerte tradición escrita. En palabras simples y llanas: no tenemos, me atrevería a afirmar nunca tuvimos, una prensa deportiva escrita que roce lo legible y de fuerte actitud crítica. No, por el contrario, tenemos una prensa que se empalaga y nos empalaga en el fango de la coyuntura. Tenemos un periodismo deportivo que venera e idolatra al poderoso de turno (a Claure, por ejemplo). Para sacudirnos de esa práctica desprolija les ofrezco un sabroso e inteligente texto de Ezequiel Fernández Moores (del blog de La Nación) quien explora los meandros del fútbol africano. Sin más comentarios les invito a descender al texto...


Las fotos publicadas en los diarios diez días atrás mostraban a los niños mirando extasiados a Lionel Messi. Para ellos, ganadores del mayor concurso de búsqueda de talentos futbolísticos del mundo, Messi es un Dios que los más afortunados veían por Al Jazzeera, otros en la Play Station y la mayoría en sus sueños. Son 24 jugadores nacidos en 1994 elegidos entre unos 750.000 jóvenes de 700 poblados de Camerún, Nigeria, Senegal, Ghana, Sudáfrica, Kenia y Argelia para ser entrenados en Qatar. La Academia Deportiva Aspire, que invitó a Messi a Qatar, es propiedad de la estatal Qatar Investment Authority (QIA), que posee 50.000 millones de dólares e invierte en el deporte para colocar al pequeño emirato árabe en el centro de la escena.


QIA ya se adueñó con dinero de numerosos atletas africanos y de la organización de torneos internacionales. La capital Doha aspira a ganar la sede de los Juegos Olímpicos de 2016 y Qatar, junto con Dubai, ambiciona el Mundial de fútbol de 2018. Johan Cruyff pidió el lunes una sanción para Messi por haber viajado a Qatar sin permiso del Barcelona. Mejor sería que alguien pudiera explicarle a Messi qué es realmente la millonaria Academia Deportiva Aspire.

"Aspire nos ofrece un buen ejemplo de... explotación", respondió el propio Joseph Blatter, presidente de la FIFA, a una carta que le enviaron, preocupados, cinco miembros del Parlamento Europeo. Jean-Claude M?Bourmin, presidente de la organización francesa Culture Foot Solidaire, pidió a Blatter que obligue a Aspire a interrumpir "un proyecto que viola los reglamentos de la FIFA" sobre protección a menores de trece años de edad. Aspire, seguramente, es la Academia mejor dotada en la reclutación de jóvenes talentos africanos. Sólo en Accra, capital de Ghana, donde comenzó este fin de semana la 26° edición de la Copa Africa, funcionan unas 500 academias de fútbol, a las que llegan niños de Burkina Faso, Nigeria, Níger, Liberia, Malí, Camerún y otros países, que sueñan con lograr un pasaporte falso por cien dólares para ir a Europa. Esas academias llevan nombres como "Hijos de Moisés" o "Amantes de Cristo" y son sólo algunas de las miles esparcidas en Africa. "Familias pobres pagan para que sus hijos dejen la escuela e ingresen a estas academias, en un tráfico cada vez más preocupante", dice Heather Kerr, de Save the Children. La ex ministra de Deportes de Francia, Marie Georges Buffet, denunció que la mayor parte de esas academias son ?corruptas?


En Ghana, que no es justamente uno de los países más pobres de Africa, una tercera parte de la población ?vive? con menos de un dólar por día. La salvación es ser como Michael Essien, del poderoso Chelsea inglés y cuyo retrato domina hoy las calles de Accra. O emular al capitán Stephen Appia, cuya madre vendió hace años el televisor para que su hijo ingresara a una academia, sin quejas de las hermanas, hoy felices porque el dinero ganado por Stephen en clubes europeos les permite vivir en hoteles cinco estrellas. 210 de los 368 jugadores de la Copa Africa juegan en equipos de 22 países europeos. Son clubes que se quejan cada vez más porque la Copa Africa les saca a sus jugadores en pleno campeonato. ?Ningún equipo europeo puede estar liderando una liga si no tiene jugadores africanos?, afirma el alemán Lothar Matthaeus. Costa de Marfil tiene 7 campeones actuales de ligas europeas. El caso de Quincy Owusu-Abeyie, ex Arsenal y ahora en Celta, quien nació y jugó para la selección Sub 21 de Holanda sentó un precedente. La FIFA lo autorizó a jugar en esta Copa Africa para Ghana, a fin de proteger de alguna manera el vaciamiento de la cantera africana. Ocho de las 16 selecciones que juegan la Copa tienen jugadores nacidos en Francia y dos de ellos fueron inclusive campeones Sub 17 con Francia en 2001. Ghana no quiere perder jugadores como Marcel Desailly, adoptado por un diplomático francés cuando tenía cuatro años y campeón mundial con Francia en 1998. Africa, que sólo pudo ingresar a los Mundiales de la FIFA en 1974 con una plaza y jamás superó por ahora los cuartos de final, confía en dar el gran golpe en Sudáfrica 2010, en su propia tierra. Algunos especialistas, sin embargo, temen que la cada vez más temprana "europeización" arruine la habilidad que destaca a muchos jugadores de Africa, donde todavía hay potreros.
Los jugadores que se quedan en Africa sólo ganan 200 dólares por mes, soportan canchas desastrosas, viajes de doce horas en buses precarios y carecen de asistencia médica. Aún así, son acaso privilegiados en el continente más pobre de un planeta que asegura ser hoy más rico, algo que Africa no percibe. Por eso, irse a Europa es la salvación. Como sea. En una embarcación clandestina que hace un año arribó a Tenerife con 130 africanos, la mayoría deshidratados, quince de ellos eran juveniles que supuestamente iban a una prueba en los clubes Real Madrid o Marsella. Lo contó un informe notable publicado hace unos meses por The Observer, que recorrió academias de Ghana y Costa de Marfil, el 90 por ciento de las cuales, aseguró, están en manos de gente inexperta, que saca dinero a familias pobres y promete viajes a Europa que sólo pueden realizarse de modo clandestino. Hay academias más renombradas, como la de Pepsi en Nigeria, donde surgió Jon Obi Mikel, por quien Chelsea y Manchester United cruzaron abogados y amenazas dos años atrás. Ajax y Feyenoord tienen academias en Ghana, igual que Paris Saint-Germain y Monaco. Manchester United compró un equipo sudafricano de Segunda. Un bufete de abogados españoles ofreció ?la cantera de Nigeria?. Y en Abidjan, Costa de Marfil, Africa Subsahariana, donde están 39 de los 42 países en los que se registra el 90 por ciento de la mortalidad infantil en el mundo y la expectativa de vida no pasa los 40 años, las academias son controladas por empresarios libaneses que antes se dedicaban a la explotación de diamantes. Ahora explotan pibes. Los diamantes sangrientos africanos han financiado guerras civiles, miseria y corrupción, como lo reflejó un filme con Leonardo Di Caprio y que provocó protestas del Consejo Mundial de Diamantes con sede en Amberes, especialmente porque su estreno a fines de 2006 afectó las ventas de esa Navidad.

¿Qué pasa con los miles que sobreviven a un viaje inhumano que puede costarles mil euros y llegan a Europa con pasaporte falso pero con el sueño o la promesa de probarse en un club europeo? ?Muchos niños de apenas catorce años llegan inclusive en avión con visas de un mes. No vuelven por verguenza, porque su familia invirtió dinero para que ellos sean la salvación y terminan en las calles, la droga y el delito, mientras que hay agentes que ganan hasta 3.000 dólares por niño?, dice Mbvoumin, de Culture Foot Solidaire. Hace unos años, la prensa recogió la historia de un niño que terminó prostituyéndose en Bélgica. Hoy se leen historias de niños africanos que deambulan por la periferia de París o que inclusive fueron llevados a jugar a Camboya, bien lejos del sueño europeo. Un informe publicado a fines de 2007 por el periodista Diego Gueler en La Nación Revista cuenta las dramáticas historias de los jóvenes que buscan cruzar los 90 kilómetros para llegar a Fuerteventura, la isla del archipiélago de las Canarias más cercana a África. De 1994 a 2007, más de 70.000 personas intentaron el cruce. Europa los devuelve de modo cada vez más fulminante. Sólo quiere a sus futbolistas, para cuyo rápido retorno dispone inclusive un vuelo charter. De esos 70.000 que intentaron el cruce, 1.167 desaparecieron o murieron sólo en 2006, aunque otros informes hablan de 7.000 muertes. "Europa no puede asumir toda la miseria del mundo", se queja el banquero Jacques Delors, que no habla por supuesto del colonialismo, los diamantes y las guerras o los golpes de estado fabricados desde el Primer Mundo, como aquel de Guinea Ecuatorial que implicó hace unos años a Mark Thatcher, hijo de la ex premier inglesa.


En noviembre pasado volvía de Europa en avión. La portada del diario madrileño El País contaba la historia de Friday T., un niño nigeriano de 14 años que sobrevivió catorce días con temperaturas asfixiantes de día y heladas en la noche infiltrado en el eje de un timón de un barco petrolero que le permitió llegar a España. John, uno de sus otros cuatro compañeros que compartieron ese metro cuadrado de espacio, soportando hambre, sed, olas y mareos, cayó al mar y murió. Friday T. fue descubierto en Las Palmas. Y sus primeras palabras a la prensa fueron: "Quiero jugar al fútbol y ser como Messi".

domingo, 20 de enero de 2008

Apuntes provisorios del clásico



Lo relativo, lo provisorio, lo posible son sustantivos claves para abordar con cierta prudencia el desarrollo, el juego y el complejo nudo futbolístico del primer duelo paceño entre atigrados y celestes. Del partido de hoy, es posible recoger ciertas señales que deberán ser finamente leídas y trabajadas por ambos cuerpos técnicos.


Del Bolívar…
Del Bolívar, el rigor de la pretemporada, el extenuante trabajo físico determinó su apuesta futbolística. Redujo la capacidad creativa del equipo y condicionó el potencial de sus líneas. También expuso las incoherencias defensivas y los desfases entre los distintos mecanismos que articulan la defensa celeste. Por lo visto en cancha:
Carlos Arias sostiene cierta regularidad en su carrera. Es un arquero que no pierde los reflejos. Pero que se enterca en caer en los mismos errores: nerviosismo e incertidumbre en sus salidas y torpezas para encarar el face to face.
Emilio Damián Martínez es un jugador de ADN futbolero típicamente paraguayo; en otras palabras, aguerrido, preciso, un jugador pivote para organizar los hilos de la defensa, con una técnica depurada y una habilidad envidiable, con una amplia capacidad física y horizonte futbolístico.
Ronald Arana es un central que cuenta con todos los saberes y atributos que debe disponer un jugador en esas funciones; sin embargo, el descuido físico, añadido a una extraña habilidad por ceder a la autoconfianza, más las constantes distracciones, pesan de manera negativa sobre las características de un jugador que se apegó demasiado y, por qué no decirlo, se acomodó en el cómodo (cacofonía inevitable) nivel del fútbol local.
Tordoya fue uno de los mejores centrales de la anterior temporada. Cuando el Bolívar se quedó sin líderes, sin ejes que vertebren su fútbol, allí estuvo Tordoya. ¿O es alguien ya olvidó que en Bolívar – Boca jugado en la cancha de Vélez Tordoya fue la única herramienta para paralizar a ese huracán de apellido Palacios?
Abdón Reyes y Bustillos son los dos pistones que arrastran marcas, destruyen estructuras tácticas, precisos en los pases y fundamentales para transportar los balones a las áreas donde se producen los goles. Sobre todo Reyes es una réplica (por derecha) de la mejor versión de Gaty Ribeiro. Sin embargo, los dos son bastante flojos y displicentes para ejercer su otra responsabilidad: la marca, la organización y armonización con la defensa y los volantes en función de defensa.
Lito Reyes es un obsesivo de la marca. Su templanza lo hace proclive a la torpeza innecesaria. Reyes en el funcionamiento del Bolívar es y será fundamental. Se trata del único volante de marca del equipo, por tanto su labor será titánica si es que el Dt Blacut no equilibra y reparte la responsabilidad que ahora ejerce solitariamente Lito.
Fioretto es una promesa en cancha, desde la miopía futbolera de este redactor, esta tarde hizo casi nada.
A Pachi y a Botero el actual Cuerpo Técnico Bolivarista tiene la difícil responsabilidad de recuperarlos con el fin de alcanzar y trascender al Pachi del 2004, del 2005, al Botero goleador del 2002, 2003. Por ahora, en ambos jugadores resalta la obra gruesa, pero les falta la obra fina, la más difícil porque es la que determina la calidad de los jugadores.
De Castillo me queda poco que decir. Tuvo y tiene una vida demasiado turbulenta, desordenada; hábitos y actitudes que carcomen sus atributos futbolísticos. En un ambiente futbolístico de mayor competencia Castillo demostró que está lejos del desafío. En Bolívar tendrá que reconstruir su patrimonio y su técnica futbolística.
El Twety Carrario es un jugador que se merece un post especial por sus peripecias y por su exótica carrera futbolística, por ahora de él sólo diré que se trata de un grande.



Del Tigre…
La sombra de duda obscurece cualquier intento de lectura. Al Tigre le falta lo que le sobra al Bolívar: trabajo físico. Y se trata del déficit más profundo del equipo. Por ahora:
Jemio sigue demostrando que es un arquero distinto en el contexto de la Liga Profesional.
Doyle Vaca es el jugador que puede ordenar y comandar los hilos de una defensa que hace demasiado visibles sus fisuras y su falta de cohesión. De su experiencia en cancha se pueden destilar varias virtudes, pero es parte del fútbol que ofrece Doyle perder la brújula de los partidos.
Ricaldi es un jugador que ha hecho de su torpeza un estilo. No es ninguna garantía. Antepone sus defectos técnicos a sus virtudes. A favor de él se puede decir que mantiene cierto nivel de orden, que sabe anticiparse en el juego aéreo y que su torpeza la esconde de la mirada de los árbitros.
Vargas es una incógnita.
Rocabado sabe proyectarse. Sin embargo, una timidez futbolística crónica no le permite transformarse en el pistón que necesita el equipo.
Ángulo tiene que trabajar tanto en lo futbolístico como sobre lo mental.
Flores y Arévalo tendrán que demostrar su titularidad y disputarla con Sacha Lima. Para el Tigre la llegada de Lima es más que fundamental, ya que su juego se caracteriza por la fuerte marca, pero a su vez hace de la marca un pretexto para producir fútbol.
Cardozo es un jugador virtuoso, con un buen perfil para los pases punzantes. Construye fútbol. El Tigre 2008 tiene que girar alrededor de su fútbol.
Salazar es la contratación más efectiva del Club. Demostró que su juego tiene todas las huellas que se requiere para configurar un camino futbolístico distinto. Será un aporte determinante para el Tigre. Ojalá su talento no se evapore.
Escobar carga en su espalda la responsabilidad del símbolo. Por ahora, lo de Escobar son sólo deudas y más deudas con la Comunidad Atigrada. Esperemos que este año empiece a cancelar con su fútbol todo aquello que debe.
Salinas: La carencia de jugadores nacionales de jerarquía hace de Salinas un jugador imprescindible. Esperemos que la dirigencia cumpla su demagógica propuesta de traer a un 9 que dé la talla. Seguimos soñando con la llegada de Tonelotto.
El Tigre esta tarde debería haber expuesto más fútbol. Se trata de un equipo armado hace un año. Sabemos que detrás de este onceno atigrado peregrinaron 5 técnicos en un s0lo año, este dato no menor permite evaluar, con más cizaña, el desprolijo rendimiento de las líneas, de la propuesta futbolística. Redín tiene entre sus manos una dura tarea porque tendrá que transformar ese conglomerado de jugadores en una maquinaria que produzca fútbol. Fútbol que compita y que encare el reto de campeonar.





miércoles, 16 de enero de 2008

De aquí para allá...

Como todo verano futbolero la peregrinación de jugadores abunda aquí y allá y más acá y más allá. Tanto es así que este flujo de jugadores merodea en el fango del absurdo. Les traigo el trazo de Caloi en su Tinta quien nos ayuda a dibujar y a reírnos de este cansador chenko de compra y venta.



lunes, 7 de enero de 2008

¿Y de dónde salió Claure?

Sin el ánimo de aventar pullas, ni convocar falsas intrigas este blog reproduce un fragmento del texto de Ricardo Bajo: Claure y Negroponte convencen a Evo en el dudoso negocio de las "computadoras de $us 100". El Bolívar del Siglo XXI, con el meritorio Guido Loayza en el mando, debe erradicar los viejos hábitos de la decrepita dirigencia saliente. En ese afán, la comunidad bolivarista así como se merece que le narren, que le comuniquen a detalle los ingredientes, las ideas, el origen de los capitales, las utopías, los objetivos del Club, necesita con urgencia que le transparenten la información sobre los recovecos en la hoja de vida de su actual copresidente, Marcelo Claure. Los medios subsumidos en el encanto del gigante Claure optaron, como siempre, por un extraño silencio-cómplice. Marcelo Claure, el nuevo mecenas bolivarista, trajo consigo además de millones de dólares un conjunto áspero de trascendidos, de viejas historias que no cierran y otras que coinciden y encajan perfectamente. A continuación en breves párrafos, Ricardo Bajo reconstruye un pequeño trozo de esas historias, plantea una versión, una posibilidad de esa controvertida trayectoria vinculada con nuestra historia futbolera.

¿Y de dónde salió Claure?

Marcelo Claure comenzó a hacer plata en Estados Unidos en octubre de 1997 cuando compró una tienda de celulares en Miami. Abrió su empresa llamada Brighstar Corporation, la cual tuvo la genial idea de comprar celulares a consorcios como Motorola para luego vender éstos a operadores de celulares en América Latina. De esta manera aceleraba y ahorraba los innumerables trámites (realizados antes por varias empresas y ahora centralizados en Brighstar) que van desde la personalización de cada país, grabar el nombre de la operadora y tematizar los aparatos hasta los trámites de exportación, de almacenaje, transporte, nacionalización del inventario, coordinación de órdenes, monitoreo y entrega de las órdenes a la operadora celular.


Actualmente Claure (con 1700 empleados) sigue distribuyendo celulares, pero también los fabrica y su empresa distribuye el 40% de los 80 millones de celulares que se usan en América Latina, llegando a facturar 2.200 millones de dólares al año. Se trata de la empresa más grande de todo el mundo en este rubro.


Las malas lenguas del fútbol boliviano se acuerdan de Claure. Se dice que como gerente de la Federación Boliviana de Fútbol estuvo involucrado en la nunca aclarada estafa de venta de entradas del Mundial del 94 correspondientes a Bolivia a empresarios coreanos, bajo la presidencia de Guido Loayza, su actual acompañante en Bolívar y ex superintendente de Telecomunicaciones.


La falta de transparencia en las sucesivas presidencias de la Federación Boliviana de Fútbol imposibilitaron saber cuánto dinero (se habla de centenares de miles de dólares) se embolsillaron los dirigentes de la época del Mundial de Estados Unidos en 1994 en el negocio de revender entradas a los coreanos, que compartían grupo con Bolivia. Sería bueno que Evo haga sus averiguaciones entre la gente del fútbol que lo acompaña en el gabinete para saber quién es exactamente Claure y su papel en el caso de las entradas revendidas en Estados Unidos.


Foto: Suplemento Acción de La Prensa

jueves, 3 de enero de 2008

12 Deseos Futboleros


1. Que la lucidez invada sin misericordia, sin discriminación y sin tibiezas en las tenues cabezas que organizan y que trazan el horizonte de nuestro fútbol.


2. Que la FBF de una buena vez oriente su destino a partir de la elaboración de un "proyecto" que reorganice de cabo a rabo estas hilachas y ramajes de fútbol que por el peso de la costumbre se llama fútbol boliviano.


3. Que la selección y su cuerpo técnico transparenten sus objetivos. Aseverar que el objetivo de la selección es clasificar a Sudáfrica 2010 además de una ingenuidad es un acto político que suda demagogia. Transformemos esa mentira en objetivos operables para salir cuanto antes del profundo foso futbolero.


4. Que la llegada (mesiánica) de Guido Loayza al Bolívar destruya la pobre y vergonzosa estantería de ideas dirigenciales en las que se desplaza y se reproduce el fútbol boliviano.


5. Que la Liga en coordinación con la ANF y FBF blinden a sus equipos de seguridad jurídica con todas las herramientas y mecanismos posibles. En otras palabras, se necesita con urgencia un pacto cupular que erradique ese oscuro hábito dirigencial de judicializar al fútbol boliviano.


6. Que la costumbre y la mediocridad no terminen por tragarse -como un enorme efigie que se atraganta con los escombros de un viejo teatro- los previsibles "contenidos" producidos por esa devaluada práctica que se denomina: periodismo deportivo.


7. Que la sinverguenzura dirigencial atigrada no trascienda y empañe los 100 años del Tigre. Mejor: que el doctor Pacheco renuncie de manera irrevocable el 8 de abril de 2008, ese regalo será bienvenido por muchos sectores de la turbulenta y pasional Comunidad Atigrada.


8. Que las Copas Libertadores y Sudamericana para los equipos bolivianos no se reduzcan a un mero trámite deportivo con el fin de cobrar los montos acordados.


9. Que la barbarie de la altura asfixie y aniquile a todos esos atletas costeros patas de palo que por encima de los 2800 msnm construyen tramoyas de su falsa asfixia. Que la barbarie de la altura asfixie y aniquile a toda esa horda organizada de médicos detractores que sin un asidero verosímil generan influyentes tramas especulativas alrededor de la "inhumanidad" futbolera de jugar a estas alturas.


10. Que la FIFA deje de velar por las estructuras del negocio y (aunque sea) que prenda una vela a favor del juego.


11. Que la técnica, la creatividad, la actitud, la magia, el ñek´e, el coraje, la honestidad, la calidad sean atributos posibles de destilar de cada una de nuestras canchas.


12. Que la abundancia natal traiga este 2008 a Bolivia a infinitos niños y niñas sedientos de todos los sueños que se impregnan en el fútbol y que hagan de él una herramienta para dibujar el infinito; y ojalá que en ese ámbito sembremos nuestra fe futbolera.