domingo, 13 de mayo de 2007

Textos (2)

Aconsejo leer este texto del siempre genial Ezequiel Fernández Mores:

Napoli y Maradona: lo intenso es eterno

Toda Nápoles celebró este jueves los veinte años del primer scudetto de su historia. Entrevistas radiales, programas de TV, lanzamiento de libros y titulares de primera plana recordaron la fiesta del 10 de mayo de 1987, con casi 85.000 personas colmando el estadio San Paolo y gritándole a Italia que el sur también existía. Pero tanto Diego Maradona como el Napoli están lejos hoy de aquellos tiempos dorados. Uno víctima de sus adicciones y el otro luchando para salir de la Serie B. Peor, aunque pocos lo digan, está sin embargo la ciudad. Nápoles se ha convertido en estas dos últimas décadas en la ciudad más violenta de la Unión Europea, con más de 2700 homicidios en ese período. Y pasó a ser también el principal mercado de droga del Viejo Continente. Si alguien cree en el fútbol como herramienta de trasformación social, el Napoli del scudetto ´87 no significa justamente el mejor ejemplo.
Los que no se sumaron a la fiesta del ?87 cuestionaban criticando porque los éxitos del fútbol, según decían, sólo servían para distraer y tapar la miseria de Nápoles. Y recordaban a Maradona como un campeón arrogante, drogado y amigo de la camorra, poco ejemplar para los jóvenes. Pero los éxitos se fueron junto con Maradona. Y Nápoles está hoy peor que entonces, más condenada por un orden social que, al igual que en el resto del planeta, ha hecho más ricos a los ricos, y más pobres a los pobres. Allí no llega el Estado. Sí llega en cambio la Camorra, que duplicó la cantidad de clanes en los últimos veinte años, de 67 a más de 120. Un ejército de 10.000 afiliados y 50.000 personas vinculadas a sus negocios ilícitos, que significan una facturación de 28.451 millones de euros. El narcotráfico deja 16.459 millones, la obra pública 5878 millones, la prostitución 587 millones, la usura 4703 millones y el tráfico de armas 824 millones.
Los datos fueron extraídos de un documental efectuado sólo unos meses atrás por el periodista argentino Rubén Oliva, hijo del célebre médico que más de una vez curó a Maradona y que trabajó con la selección argentina en el Mundial 78. El documental se llama O Sistema y es un notable relato sobre cómo cambió también la Camorra en los últimos veinte años: primero dedicada a la extorsión y al dominio territorial, luego empresaria ganando licitaciones gracias a su control de la política y, finalmente, al día de hoy, la globalización de los negocios, es decir el lavado de dineros sucios ya sea comprando equipos de fútbol o construyendo hoteles. Es cierto, perdió su dominio de casi medio siglo la familia Giuliano. Carmine, el amigo camorrista de Maradona, el que se fotografió sonriente junto con Diego en imágenes que luego recorrieron el mundo entero, murió sin haberse arrepentido, como su padre y hermanos. Las familias que dominan hoy la ciudad son más sanguinarias. La droga ha subido los niveles de violencia. En octubre pasado la ciudad registró su record de homicidios (18) y el gobierno italiano especuló este año con enviar el Ejército a la ciudad. ¿Cómo no recordar entonces aquel tiempo al menos feliz del scudetto del ?87 con Maradona? Para que la hazaña sea más clara a tiempos de hoy: sería casi como si Lionel Messi saliera campeón de España con el Getafe, no con el Barcelona. O que Carlos Tevez ganara la Premier League con el West Ham, no salvarlo del descenso.
Aquel Napoli de Maradona se hizo eterno en la memoria de millones de napolitanos. Y de muchos otros italianos también. ¿Cómo explicar, sino, que la colección de diez DVD que ofreció este año La Gazzettadello Sport sobre la vida de Maradona haya registrado la venta de casi un millón y medio de copias, récord absoluto en el mercado italiano, según se jactó el editor de la serie, el periodista Gianni Miná? ¿Qué otro momento de fiesta popular más intenso podrá recordar hoy Nápoles, con sus récords de criminalidad y casi un tercio de sus habitantes que, si pudieran, elegirían irse de la ciudad? ¿Fue aquel Napoli de Maradona culpable acaso del atraso social? ¿Y podría seguir siéndolo aún hoy, después de veinte años? ¿Cómo no comprender ahora más que nunca que aquella fiesta haya provocado tanto delirio colectivo?
Es cierto, la felicidad del fútbol es efímera. Pero es intensa. Y, según dijo alguna vez Jorge Luis Borges, lo intenso es eterno.

4 comentarios:

Sergio Quevedo dijo...

que tal christian, Nose si tuviste la opotunidad de ver la entrevista de Tinelli a Maradona en su programa Showmatch. Estuvo interesante. Maradona sera siempre un dios en Napoles pase lo que pase. Aquel titulo se llamo Maradona

saludos

Varios dijo...

Cómo estás Sergio hace semanas hubo un tiroteo en Kansas... Espero que no hayas tramado alguito por ahí...
Ya Se acerca tu toma de nombre...

***

Me dio mucha pena la entrevista, la Tele Argentina refleja fielemen la histeria de ese país, ¿cómo es posible que por raiting desempolves y uses de esa manera a alguien que bordeó varias veces a la muerte? Atros!!!

Sergio, gracias por leer el Blog, en serio.

Sergio Quevedo dijo...

El tiroteo fue en un centro comercial a 3 minutos de mi casa Christian! por suerte me quede en mi casa. En que mundo vivimos no?? hay cada loco.

El blog esta muy bueno y soy un fiel seguidor, hincha. Felicidades por tus tremendos articulos, seguire esperando mas!

saludos

Varios dijo...

Gracias Sergio por seguir a este Blog, lo ùnico que me vincula con el fùtbol es una exagerada pasión.