miércoles, 30 de mayo de 2007

La hipocresía de la FOX...

Parece que vivir en la Costa Atlántica a los argentinos, a los brasileros y a uruguayos les produce un anhelo, un escozor donde pulula la certeza de un deseo. Estos oriundos del Atlántico aspiran, como siempre, a transformarse en la cola, en el trasero sucio de Europa. A los “hermanos” argentinos, brasileros, uruguayos la FIFA fraternalmente les debería ofrecer la imperdible oportunidad de ir a jugar la eliminatoria del Mundial 2010 a Europa. En esos escenarios, en “igualdad de condiciones”, sin altura que valga, en canchas donde abunda el Fairplay, tal vez allí seríamos testigos de observar si la potencia argentina en fútbol no es más que un mito inventado por la potencia mediática tanto de sus medios como de sus histéricos habitantes. De Uruguay no quiero hablar ya que sabemos que es más producto de una vieja historia que de una realidad futbolística (revisemos números, Uruguay es cada vez más irrelevante en el contexto sudamericano y casi ya desapareció en el contexto mundial). De Brasil festejaríamos más derrotas parecidas a las del Mundial de Alemania. ¿Se acuerdan? Francia, con un Zidane desbordando talento en la cancha, desdibujó la alegría millonaria de Ronaldhino. Sería fascinante ver hundirse a estos “grandes” del fútbol, como a un trasatlántico de lujo que transporta a una masa de auténticos decadentes que se va a pique con todas las luces encendidas en medio de gritos. Sería maravilloso, lastimosamente los tenemos que tener de vecinos. Mediocres vecinos que innovan su amor al latinoamericanismo inventando brutales sistemas de esclavitud.

Inexistente lector estoy francamente hastiado con la hipocresía de la FOX que monopoliza la exhibición del fútbol internacional. La FOX es la plataforma comunicacional del fútbol sudamericano. Sabemos que se trata de un simple brazo de ese monstruo comunicacional que es Torneos y Competencias que tiene bajo su tutela: a la Foz, a TYC, ambos exclusivos canales de cable; cuentan también con infinitos programas de fútbol, emisoras de Radio (La Red, AM, entre otras), periódicos deportivos: Olé, La Nación Deportiva; revistas como El Gráfico, la Revista Fox Sports, en fin… El monopolio está claro. También su objetivo: apoyar a Boca y a River sobre todas las cosas y cuando es posible se tiene que hablar bien del América. Para muestra revisen el discurso crítico que se arma en torno a estos clubes.


Estos señores están en una cruzada mentirosa, falsamente diplomática a favor de la AlturA. Ayer rebalso la gota de plomo que perforó el vaso de mi estúpida paciencia.

En el programa 90 minutos –que usualmente, día a día, suele llenarse la boca de la soberbia argentina futbolera– entrevistó al antiguo presentador de bloopers de nombre Patato que gracias a Wilsterman terminó de vicepresidente de la federación boliviana y presidente de la liga. Este histriónico hombre expuso varias ideas, por ejemplo que a este paso en Bolivia “nos vamos a tener que dedicar al béisbol”. Los periodistas de la mesa: Gustavo López, Sebastián Vignolo, Daniel Arcucci y un hombrecito más cuyo nombre no recuerdo, salieron en defensa de la altura: “Que es un derecho irrevocable”, “que es igual de grave jugar a 40 grados centígrados”, etcétera…. Además Arcucci contó que el médico de la selección Raúl Madero, miembro del Comité de Salud, participó proporcionando argumentos "científicos" en contra de la altura. Hasta ahí su trabajo de falsa diplomacia en apariencia era impe-CABLE.

Lo interesante es que la opinión mudó radicalmente cuando llegó el jugador de San Lorenzo, Santiago Hirsig. En otras palabras, todo el “brillante equipo Fox” vulneró la falsa diplomacia sobre la Altura y expuso su verdadera Kara.

Breve digresión:
Los dos partidos más recientes que jugó San Lorenzo en La Paz perdió rotundamente. En noviembre de 2002 en Copa Sudamericana el Bolívar le ganó 2 a 0, a un San Lorenzo ultra defensivo, dirigido por Inzúa, actual técnico de Wilstermarn y actual impulsor para dejar de jugar en la altura. En la argentina (con minúscula) el Bolívar perdió 4 a 2. En octubre de 2003 también en Copa Sudamericana el Tigre le ganó 2 a 0, a un San Lorenzo limitado de fútbol. En argentina, en el nuevo Gasómetro perdió 2 a 1 y el Tigre sacó a ese espantoso equipo argentino de la Copa.

Volviendo al programa de la Fox, Hirsig contó que cuando vino las dos veces a la altura no sólo se asfixió, sino que no pudo correr, que sintió vómitos, que tuvo mareos. En ese instante, en el set de la FOX irrumpió la típica psicosis argentina alrededor de la Altura. Vignolo preguntó: “¿Cuáles son los síntomas, Sebastián?” Como si se tratara de una plaga que se pega a los que siempre pierden no sólo en la altura, sino también en la costa, Hirsig, atrapado en un cuadro patológico de angustia, respondió: “es como cuando te levantás rápidamente de la cama y se te nubla todo, mareos, ahogo constante, y un malestar todo el tiempo... Digo si no te dijeran nada pensarías que te vas a morir... Nada agradable”. El ambiente fue propicio para que cada uno de los presentes en la mesa cuente su triste versión de su paso por la altura. Gustavo López, por ejemplo, que minuto antes defendía a la altura, salió a contar su experiencia en la Copa América del 97 donde “no podía trepar las gradas, me faltaba oxigeno”. Hirsig terminó de contar su experiencia con un dato totalmente inverosímil, contó que los jugadores de San Lorenzo en el aeropuerto de La Paz fueron transportados en sillas de ruedas. Dijo de frente que su deseo es “que no se juegue más en La Paz”.
Los periodistas de la FOX cambiaron de opinión y de semblante, ya nadie hablaba del derecho de jugar al fútbol en la altura.

La altura es una batalla muy compleja. Para enfrentarla lo primero que deberíamos hacer es enriquecer los argumentos científicos para enfrentarla y tengo mis dudas, en realidad chismes, del Instituto Boliviano de Altura. Se debería comprometer a los equipos médicos de la FIFA a que investiguen junto con los médicos de la CONMEBOL, cada uno de los partidos internacionales que se juega a más de 2500 metros. También investigar lo que pasa en el llano. Es vital hacer un largo seguimiento al fútbol en altua. Ya es hora de desmontar toda esa coraza de mitos que nublan el razonar de los deportistas argentinos, brasileros y uruguayos. Es hora de desterra a esos nefastos periodistas que apoyan en función de sus intereses. Por último, se dice que debajo de cada piedra en Argentina se encuentra un psisconalista, que trabajen pues, ya es hora de que los traten a sus compatriotas prisioneros de la psicosis de altura. Y mucho mejor si se van a jugar la eliminatoria a Europa. Demostrarían una vez más que son el patio trasero de occidente.

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