Lejos del reglamento y en complicidad con la negligencia del árbitro Maldonado la policía en el Capriles se excedió a tal punto con los jugadores de Aurora que además de golpearlos –insólitamente con los escudos que se utilizan para controlar disturbios– sin ninguna prudencia los gasificaron. Todo surgió por el ilegal pedido del árbitro hacia los policías para colaborar con el traslado del jugador aurorista expulsado (Zenteno) desde el centro de la cancha hacia los camerinos. El problema es que la policía lejos de cualquier gesto de prudencia literalmente a empujones arrastraron al aurorista. El hecho despertó la ira de los jugadores auroristas quienes arremetieron la violencia policial con más violencia. Pero, la policía luego de haber cometido el atropello se transformó en víctima -habilidad proveniente de sus hábitos corruptos- y denunció a la fiscalía al excelente arquero argentino Dulcich por agresión a la autoridad. ¿Y quién defiende a los jugadores de Aurora por la agresión policial? ¿La dirigencia aurorista? ¿La cúpula dirigencial liguera? ¿La Federación Boliviana de Fútbol? ¿El defensor del pueblo? ¿Quién?
En el Tahuichi, el domingo, las barras bloministas se enfrentaron por un asunto tristemente gremial. Oficialistas versus opositores. En otras palabras, los privilegiados de la dirigencia frente a los abandonados de la dirigencia. Los privilegiados manejan entradas al por mayor como fajos de dólares de cambistas de la Camacho. El enfrentamiento fue una simple y compleja pugna de poder. Lo inverosímil es que en la pelea campal entre barras del mismo club en el justo medio se encontraba la policía que no encontró mejor opción que la del total repliegue. Virtualmente desaparecieron de la grada del Tahuichi. Y ayer en el clásico camba en medio de un partidazo nuevamente la policía estuvo bien dispuesta a instaurar otro bochorno.
Las formas de acción de la policía en la cancha es algo que nos tiene que llamar la atención porque de a poco es un factor que enciende –de forma sistemática y sostenida– la chispa de la violencia. La policía no ordena absolutamente nada, no contiene los distintos alborotos y expresiones que pueden devenir en actos violentos. Con su torpeza ya sea en gestos o en acciones concretas avienta gasolina al calor de los conflictos. Anoche, el Gato Fernández, arquero de Blooming, se desbordó por un ademán del orientista Aguirre que según los blooministas dañó su moralidad. El Gato buscó al jugador para descargarle un escarmiento y se despertó el alboroto. En el disturbio, la policía no apaciguó los ánimos. Por el contrario, con una torpeza única intentó tomar por la fuerza al Gato instaurando más caos y desorden.
Con estas acciones, me pregunto: ¿Cuál es el rol de la policía en la cancha? ¿Cuál tiene que ser el equilibrio con el que los agentes de seguridad deben actuar para no dañar la integridad de unos a favor de los otros? ¿Quién regula su accionar? ¿Quién coordina las acciones? ¿Cuál es el grado de coordinación entre los dirigentes ligueros, el veedor del partido, la terna arbitral y los agentes de seguridad? ¿Qué señala el reglamento liguero respecto al accionar policial? ¿Qué tipo de entrenamiento reciben los policías quienes son los primeros en desbordarse (o será que los verdes no reconocen que en el Capriles fueron ellos los que cometieron los excesos, los que gasificaron)? ¿Cómo es posible que el trabajo de la policía fluya entre extremos: en una cancha tienen una presencia excesiva (gasifican a los jugadores) y en la otra desaparecen del estadio para no tener problemas? Intuyo que el trabajo policial en cancha es un trabajo sin la más mínima orientación, un vulgar ejercicio silvestre que potencia la violencia, en vez de domesticarla.
Fotos: Los Tiempos.
3 comentarios:
si, de acuerdo, entre la policia y los árbitros, hacen que los estadios parezcan afganistan, pero aparte de eso, no le parece, querido blogger, que lo del gato merece mucho más que una suspensión. ayer me he quedado loco escuchando a los comentaristas entre risas decir que si pues son partidos calientes y asi se pone la cosa. imagina. que le hubiera pasado al gato en europa luego de su chiste? ayer nomas a pizarro lo han multado con 3 mil euros por hacerle ademanes a un arbitro. no es que me ponga muy moralista, pero da bronca ver eso.
Sí, entiendo que hay una actitud de comentaristas (zabalas y otros) hasta casi de proteger los berrinches de los legionarios. Me acuerdo, que el Erwin Sánchez le pegó un cocacho a un árbitro y había un sin fin de comentaristas que justificaban el hecho. NUestro fútbol (y en general el sudamericano) es peculiar hasta en eso. El otro día el 4 de Botafogó en un partido de la SUdamericana, le quitó la amarilla al árbitro y se la mostró...
Un abrazo, Toño
pero los verdaderos culpables son los ....... SERES HUMANOS .....
esos tipos vestidos de negro en le pasado y de multicolores colores hoy en dia ......
esos son los verdaderos culpables que no saben poner orden y que no sosn claros desde un principio ....
me dices: ... "moreno incapaz" ... y es AMARILLA ..... me recuerdas los cuernos que me puso mi mujer y es otra AMARILLA .... amarilla + amarilla es una sentible ROJA ....
y se acabo el cuento .....
¿pero por que soportan que se les diga de todo? ....
¿que tipos no?
saludos totales ....
pd.- en la curva SUR del siles se tiene un monton de hombres de VERDE ... ¿alguien me podria decir que funcion cumplen?????
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