martes, 13 de julio de 2010

Que queda del Mundial

De este mundial me quedo con el coraje uruguayo y el gran Diego Forlán, con el hermoso recibimiento en Montevideo. Me quedo con el pragmatismo y la inteligencia paraguaya que neutralizo el aburrido juego español. Me quedo con la audacia chilena y con su juego frente a Honduras y Suiza. Sigo festejando el Moulin Rouge francés, el derrumbe italiano, el fracaso inglés, la renovación alemana, la autodestrucción brasileña, la confirmación estadounidense, el catenaccio suizo, el temor portugués, el crecimiento japonés, el atrevimiento eslovaco, las lágrimas del norcoreano Jong Tae Se, la potencia ghanesa, la decepción del resto de Africa. Me quedaré pensando en esa magia pendular argentina que de la euforia pasaron a la depresión total. Disfrute de futbolistas como el esloveno Birsa, el serbio Krasic, el ghanés Annan, el estadounidense Bradley, el japonés Honda, el paraguayo Alcaraz, el arquero portugués Eduardo y el chileno Medel, por citar algunos de los que se fueron más temprano. Los uruguayos Larrionda y Espinoza cargarán con el gol fantasma de Lampard ante Alemania. Los italianos Rossetti y Airoldi con el gigantesco fuera de juego de Tevez ante México. La pelota generó tanta polémica como los fallos arbitrales. La indomable Jabulani dejó expuestos a pateadores y a arqueros. Las vuvuzelas nos volvieron locos. El 4-2-3-1 se impuso como el sistema de moda. Fue el Mundial de Forlán, de Müller, de Sneijder, de Villa. No fue el Mundial de Cristiano Ronaldo, de Kaká, de Rooney, de Messi. Nueva Zelanda, que venía a perder todos, no perdió ninguno y quedó como único invicto del torneo. Sólo este juego sagrado puede regalar una definición como la de Ghana-Uruguay. Y Abreu la picó. Palermo la metió. El Pulpo Paul y Larissa Riquelme la pegaron. Y de golpe, todo terminó. Sudáfrica 2010 hizo justicia con un equipazo y con un crack. Andrés Iniesta habla en el campo. No necesitamos nada más. Con eso, nos hace felices.

Gracias Juan Pablo Varsky, por todos los textos producidos en el Mundial.

1 comentario:

Unknown dijo...

Este es un articulo de Juan Pablo varsky, columnista deportivo del periódico la Nacion de argentina ¿no?

Un saludo

Fernando Biados