jueves, 11 de octubre de 2007

Las cortapisas del DT Sánchez

Dentro de la bolsa de valores que el fútbol boliviano ostenta al “profesor” Erwin Sánchez el periodismo (los cancerberos de la opinión pública) le ha otorgado el valor colonial de ser el boliviano que más conoce la modernidad del fútbol europeo. Sin embargo, el “profe” Sánchez da muestras de pertenecer a un mundo futbolístico mucho más provinciano y cantonal. Una prueba de ello es su constante preocupación por la protección –casi obsesiva– de ciertos “secretos” futbolísticos de la selección nacional. De ahí también proviene su manía paranoica por los entrenamientos “a puertas cerradas”. O sus esquivas declaraciones –escasas en espesor verbal– que no hacen más que expresar, además del laconismo del Técnico, su manía por enredar al fútbol de falsas intrigas.

Luego de escuchar sus declaraciones en el borde del Tahuichi no me pude contener en la redacción de este post. Un periodista cruceño, al que no llegué a reconocer, le pregunta al DT: “¿Qué sabe de Uruguay?”. El profe Sánchez fiel al cansino ritmo en el que procesa sus ideas se toma el tiempo que considera suficiente y lentamente responde: “Muy poco... No como ellos que gracias a ustedes saben todo de nosotros. Todos tenemos que tirar la carroza para el mismo lado. Pero parece que no es así. El otro día un colega tuyo me comentó que los colombianos también saben todo lo que estamos haciendo. Y eso no es ayuda. Nosotros si queremos sorprender al rival no podemos porque ya todo se sabe”. El anacrónico razonamiento del profesor Sánchez proviene de otro mundo futbolístico. Un mundo futbolístico silente. Un mundo futbolística que gira en el vértice de la pelota de trapo. Un mundo futbolítico sin cámaras que construyan, que potencien y que multipliquen los contenidos que desplaza la pelota. Un mundo futbolístico ajeno al constante asedio periodístico. Un mundo futbolístico lejano del espectáculo.

El fútbol de hoy está atravesado por la vorágine de la información. No hay detalle futbolístico que no sea procesado y desmenuzado por los sujetos que componen el abigarrado mundo mediático del fútbol. El fútbol de hoy se juega más fuera de la cancha, en sets televisivos, en salas de prensa, al borde de los gramados, en interacciones de multimedia, delante de los micrófonos, en las graderías... Un ejemplo del fútbol actual es el Barcelona. El mundo mediático del fútbol sabe que se trata de un equipo de juego predecible, pero esta condición (casi mecánica) le permite instaurar una multiplicidad infinita de variantes ofensivas con las que se hace cada vez más incontenible para sus rivales. Por más oscurantismo y misterio que quiera incorporarle el DT Rijkaard a sus declaraciones, sus rivales saben a la perfección como el holandés arma a sus equipos, las funciones, las obsesiones del colectivo de jugadores, las libertades e incluso los límites que posee cada jugador azulgrana y, por supuesto, intuyen la sendas de la cartografía (poética) en la que se trazan los circuitos futbolísticas que desplaza el equipo catalán. Pese a todo ese saber el Barcelona, por ahora, es incontenible para los rivales y es un constante referente para pensar e imaginar el fútbol actual. En ese sentido, el profe Sánchez por más hermético y misterioso que sea o pretenda serlo no podrá darle demasiadas vueltas de tuerca al juego de nuestra selección. De ante mano se sabe o se tiene la sospecha sobre los lineamientos generales sobre el cómo jugará Bolivia en Uruguay. Es predecible: jugará con dos ajustadas líneas de cuatro, más dos hombres en punta con fuertes obligaciones de marca. Estas líneas ordenarán su juego sobre la obligación (o sobre el fundamentalismo) de la marca y la presión. En La Paz la selección Bolivia ostentará otras generalidades futbolísticas: fútbol vertical, veloz, vertiginoso, obsesivo en remates, excesivo en desbordes por izquierda y por derecha, centros... El patrón para ordenar el juego en La Paz será la velocidad para literalmente asfixiar al rival.

Por tanto, los misterios del profe Sánchez, su apetito por el suspenso y la intriga, sus sistemáticas coerciones a la prensa, desde la miope mirada de este redactor de blog, no solamente son innecesarias e inútiles, sino que son importantes gestos que sintetizan la actitud torpe, abusiva y atropelladora del DT. Sánchez confunde las causas con el efecto a tal extremo que considera que es el periodismo el responsable de la bulla que se está generando en el continente a partir de su decisión de no traer a la altura a un selecto grupo de jugadores bolivianos, con el filoso argumento de potenciar su rendimiento. ¿Son los periodistas los responsables de esta decisión y de su masiva repercusión?

Por otra parte, Sánchez no hace más que proporcionar al periodismo deportivo boliviano una serie de dispositivos-cortapisas instaurando con esta práctica un estilo comunicacional vertical y poco (por no decir nada) democrático. El DT Sánchez sugiere entre líneas que el periodismo se límite de preguntar, de informar; y también entre líneas sugiere que se comunique sólo aquello que el Cuerpo Técnico desea. Frente a todo esto: usted, caro lector, se preguntará si la FBF cuenta con un equipo comunicacional que trace ciertas líneas operacionales. La respuesta es simple. Sí, la FBF cuenta con un equipo comunicacional pero éste se encuentra repartido entre Facetas deportivas y la Sala de Prensa del Deber Deportivo. Y ellos están concentrados en desacreditar sutil y al mismo tiempo de manera torpe el fútbol en la altura...

3 comentarios:

Unknown dijo...

..

Unknown dijo...

El lío con Sánchez es que tiene detrás suyo al Aragonés. Es él el que le mueve el piso y el que no le deja dirigir. De una vez Sànchez desligate de esa sombra...

Varios dijo...

Sobre el vínculo de Sánchez y Aragonés un periodista deportivo me prometió escribir un texto "revelador"... Sigo esperando su promesa. Promesa hecha en pleno desarrollo de la Copa América...

Gracias por el comentario.