domingo, 15 de julio de 2007

Lugares comunes // Celeste - Blanca

El fútbol está forrado de lugares comunes. En realidad: el fútbol es un lugar común. Un motivo para enunciar lugares comunes. Los lugares comunes más conocidos son, entre muchos otros: los bolivianos siempre tenemos la obligación de perder, los argentinos y brasileros siempre son los favoritos, los mexicanos siempre son la sorpresa grata, la altura es una ventaja deportiva, y así hay un centenar de aburridos lugares comunes que hacen del fútbol un deporte apasionante (¿Este será otro lugar común?). Sin embargo, el lugar común que más escuece al mundo futbolero sudamericano es aquel que sindica a la selección de fútbol Argentina como la favorita de siempre, la imbatible de siempre, la que mejor “volumen de juego” ofrece (al respecto del volumen de juego y otros lugares comunes en el fútbol aconsejo leer la columna del sociólogo Mayorga, del viernes 13 de julio en La Razón) y una suma vasta de elogios y exageraciones que no vislumbran límite. En este encuentro de lugares comunes TODOS los periodistas argentinos y varios de sus vecinos repetidores como los nuestros, arrojan al aire o en sus textos las conjeturas más inverosímiles para medir el talento de su naciente estrella en función del héroe –a estas alturas– épico: Diego Armando Maradona. Que Messi de a poco se parece más a Diego, que si Riquelme fuera veloz fuera Maradona… Otra práctica, entre periodistas y los sujetos del fútbol (técnicos, jugadores, ex-técnicos, comentaristas, seguidores y un largo etcétera de agentes futboleros) inflan tanto a la celeste blanca que como en esta tarde la selección gaucha más parece un globo inflado con helio, que una selección de fútbol del país que supuestamente alimenta con más tenacidad al fútbol mundial.

¿Qué pasó esta tarde? ¿Dónde quedó el ajedrezado fútbol de un Román Riquelme que gambeteaba en la cúspide de la ola? ¿Qué pasó con su lánguida defensa? ¿Dónde estuvo el coraje de Tevez, la explosión de Messi? En fin… son tantas preguntas, tantos lugares comunes, pero tantos que despiertan huracanes en el centro de la cancha. Y en el epicentro de ese huracán no queda esperanza con cabeza… Estoy cada vez más convencido que una de las claves inobjetables para ganar en el fútbol es el estado de ánimo y ese también es un maldito lugar común. Y hoy la Argentina expuso impotencia, también angustia. Una angustia tal que contagiaba hasta los inexistentes pasapelotas. Hoy vimos el lado más oscuro de la selección gaucha, desde esa partida de junio de 2002, el día que Suecia la despedía del Mundial 2002, en primera ronda.

El periodismo deportivo argentino que en realidad es una maquinaria nefasta del comercio, una industria del lugar común y de la tergiversación del fútbol bajo la eficiencia del marketing, ya empieza a elucubrar una y mil veces sobre los móviles de la derrota (móviles que no trascienden el círculo perverso de lugar común). A pocos minutos del penoso partido ya corren versiones de todo tipo… Problemas entre el técnico y Roberto Ayala, por ejemplo (Radio La Red AM 910) (¿Acaso esto no lo escuchamos antes?)… En otras palabras, el periodismo deportivo ya saca los lugares comunes que corresponden a la derrota: ya no debemos jugar con enganche, Falta reacción en el equipo, Basile no sabe jugar finales, Messi jugó en una posición errada, Riquelme no aparece en los partidos importantes, Verón entró en la recta final de su carrera… Para escapar de este atolladero de lugares comunes de nada vale ver nuevamente los goles de un Brasil pragmático (lugar común), versión clase B del jogo bonito de un Brasil que en los últimos tres partidos frente a Argentina le lleva 11 goles de ventaja frente a 1…

Mejor para escapar de este atolladero de lugares comunes me iré a esconder algún recoveco para soñar con alguna jugada remota que despierte al fútbol de todas las capas podridas que le cubren de espantosos lugares comunes y a los argentinos háganse una miluchada -pues- para espantar a sus fantasmas que se tiñen siempre de un amarillo-azul…

2 comentarios:

Antonio Vera dijo...

nunca escucho a los argentinos hablar de su propio futbol, pero ayer zappeaba con perversidad para encontrar a cualquiera diciendo algo sobre el partido. solo halle tres sonrientes y resignados comentaristas de espn y tambien sus lugares comunes: hace tanto tiempo que no ganamos nada, la ansiedad era muy fuerte, brasil lo hizo tan bien, todavia estamos en la era posmaradona...

si puedes, cris, pasame algunos datos sobre donde leer buenos comentarios y analisis sobre el partido de ayer. lo necesito, por eso de "la venganza es un plato que se come frío".

un abrazo

toño

Varios dijo...

Es grave eso de la era postmaradoniana, creo que no es ningún mito, es una evidencia que los argenitno la palpan hace 14 años. Voy a reprodicir algunos de los textos...

Un abrazo Toño, besos al Lucas, al Ignacio y a la Dany...