Los directores técnicos aportan al fútbol no sólo su vasto o escaso saber, son los personajes que decoran toda fábula futbolera ya sea con la enciclopedia de ademanes que exponen en el entorno de la cancha, o en su abundante presencia pública donde evangelizan con sus valores y prácticas. Los Dts andan orillando entre la demagogia y la coherencia entre la palabra y la práctica. Su retórica a la larga se transforma en un pántano o en el instrumento que conduce a la gloria. Los Dts transitan diariamente en la compleja red de contingencias y de circunstancias que los avientan a convivir con la incertidumbre. Convoco nuevamente a Wálter Vargas y a uno de sus textos del libro Fútbol Delivery que describe las contingencias y las circunstancias de los Dts, que son más dependientes de su lengua y de sus ademanes que de sus acciones...
El hábil declarante no es tan fácil de detectar porque es un maestro en el arte de explicar lo inexplicable. Pero aún al mejor hábil declarante es posible pescarlo in fraganti, deschavarlo, pitarle el obsay. Sigamos las pistas que él mismo deja.
Antes del debut: "Vinieron los refuerzos que pedimos y armamos un equipo competitivo. De título no hablo pero vamos a estar entre los cinco primeros. La pretemporada fue excelente. El profe los dejó hechos un balazo".
Debut: "Manejamos la pelota, fuimos protagonistas, pero ellos aprovecharon dos pelotas quietas. A lo mejor estuvimos un poquito duros por lo exigente de la pretemporada y faltó algo de ensamble entre los nuevos, pero esto recién empieza".
Quinta fecha: "Contento no estoy, pero satisfecho sí, porque los muchachos están dejando el alma en la cancha. Respaldo no necesito, hay un contrato firmado con dirigentes serios que apuestan a un proyecto a largo plazo. ¿Cómo se sale de esto? Trabajando".
Décima fecha: "De área a área no somos menos que nadie. ¿Los insultos? Son un grupito al servicio de intereses políticos. Nos quedan nueve finales".
Dos fechas después: "Acá no hay que mirar debajo el agua. Los resultados no se dan y es normal que cambiemos impresiones con los dirigentes. Si hasta me ratificaron la confianza... Ni me pasa por la cabeza renunciar. Renuncian los cobardes. ¿El arbitraje? Yo de los árbitros no hablo, se equivocan como cualquier ser humano, pero ojo, en el primer gol hay uno que la toca con la mano, en el segundo hay una posición adelantada, y en el que nos anuló a nosotros cobró mancha".
Domingo siguiente: "De este mal momento salimos todos o no sale nadie. A mí nadie me regaló nada, todo me lo gané con esfuerzo, poniendo el pecho".
Lunes: "Di un paso al costado para dejarles manos libres a los dirigentes. Un pacto de caballeros. Estoy seguro de que algún día volveré a esta gran institución".
A las 48 horas firma contrato con un club de México. "En mi país atravesamos una grave crisis de valores, una crisis terminal, que no se superará mientras no haya tolerancia a los malos resultados y no se respete la palabra empeñada".
Wálter Vargas, Fútbol Delivery
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