sábado, 24 de noviembre de 2007

Radiografía breve de las nervaduras de un Titán

Este texto pretende abrir un resquicio en el duelo y desde ahí aventurarse a transitar en los contornos de la guapeza de un grande: Oscar Carmelo Sánchez. Para Sánchez el fútbol nunca se redujo a un frívolo mecanismo de domingo para el acopio cínico de patrimonio monetario. Hace algo más de un año atrás Sánchez fue duramente crucificado por la saliente dirigencia bolivarista (Cuéllar y Cía.); se lo acusaba medios mediante que era uno de los jugadores más caros del fútbol boliviano y que su única motivación en la cancha era el dinero. Este año el propio Sánchez se encargó de pulverizar ese chantaje dirigencial, saltó a la cancha con un solo riñón pero con el corazón latiendo a mil revoluciones bajo el solvente argumento de su consecuencia y su unión vital con el fútbol.

Sánchez hacía de su terquedad una potente virtud. Dentro de la cancha fue terco con sus arriesgadas formas de proceder, siempre al borde de la ebullición del magma más espeso, sin temor al poder súbito de las amarillas y las rojas. Sánchez no sólo asumía el rol de un valiente Mariscal de defensa también asumía las funciones de un importante pistón de arranque que impulsaba hacia adelante los andamiajes creativos del equipo. Fue terco y demasiado franco en el momento en el que se acercaba a los micrófonos y cámaras, sin titubear, con verdades simples desataba los nudos oscuros que se tejen detrás de las bambalinas futboleras. También fue presa fácil del periodismo deportivo amarillista que fácilmente lo asociaba con el alcohol, los disturbios y la antigua PTJ. Sin embargo, el gran 5 de la selección, del Tigre, del Bolívar, de Independiente de Avellaneda sabía cómo encarar y frenar el veneno mediático.

En cancha Sánchez fue un pura sangre de corazón caliente. Estronguista de corazón. Un bastión sólido. Fiereza químicamente pura. El mayor patrimonio de Sánchez en cancha fue su excesivo apetito por el gol, por encarar la peripecia bajo los códigos de la épica. Aquiles tuvo en Sánchez su perfecta versión futbolera, compuesta a partir de los ingredientes que devienen del inquebrantable ñeke kolla. Hasta su displicencia más ostentosa se sostenía sobra una enorme base de coraje.





Sánchez no sólo dominaba los recovecos de los planos que describen los movimientos, los requisitos básicos de inteligencia que un central debe exponer en cancha, sino también conocía las metodologías elementales para construir los cimientos del ataque. El mote de Cabezón fue una chapa perfecta para describir su punzante y eficaz habilidad, cabeceaba en las dos áreas como Zeus a las medusas.







Su sentido del juego le ayudaban a trascender sus limitaciones. No hubo tarde futbolera en la que Sánchez no jugara con nuestros crispados nervios, sus aventuradas proyecciones en busca del gol en el retorno rápidamente se convertían en una empresa montañosa, demasiado empinada. Sin embargo, Sánchez volvía trotando como un Mariscal que maneja los hilos y las estrategias de la batalla.






Su sentido del humor dentro y fuera de la cancha. Su sentido de liderazgo. Su enorme capacidad para cohesionar grupos. Su risa fastuosa. Sus elegantes goles de tiros libres y penales en el Independiente de Menotti. Sus trotes al lado de su custodio, su enorme perro. Son los insumos suficientes para ya empezar a añorar a este crack que como un huracan cochabambino derramó su impronta inolvidable en diversas canchas de Latinoamérica.

Oscar, tu admirable negación para que no decline la alegría del juego es un gesto que como un tatuaje imborrable latirá en el corazón de todo futbolero. Gracias Oscar. Como dice el Papirri en una canción dedicada a la selección del 93, gracias por tanta dignidad.

9 comentarios:

Fede dijo...

Soy argentino pero recuerdo muy bien a este futbolista, durante muchos años lo he visto en eliminatorias, mundial 94, copas Libertadores, copas Sudamericanas, y en su paso por el fútbol de mi país. Símbolo del fútbol boliviano durante dos décadas, un gran jugador y un líder indiscutido dentro de la cancha.

Que descanse en paz.

Varios dijo...

Gracias FEde por el comentario. Saludos desde La Paz...

Unknown dijo...

Christian, estamos organizando una revista en homenaje de Oscar Sánchez, donde se pretende mostrar su trayectoria como jugador. Nos gusta mucho tu artículo, quería pedirte permiso para reproducirlo. Pensamos publicar en una pequeña separata en el diario La Prensa. Agradecería nos des permiso para la reproducción.

Marco dijo...

Muy buen post.
Te estoy agregando a nuestros links.

Saludos de Buenos Aires.

Varios dijo...

Caligula, cada una de tus visitas me despierta el orgullo. Gracias nuevamente. Para mí es un verdadero honor estar en tu blog. Abrazos bien paceños.
Christian

Varios dijo...

Me olvidaba, Caligula, lo de Lanus fue una peripecia de héroes...

Cristian González dijo...

Muy lindo tu Blog espero que me informes a diario… y espero que entres en mi Blog. Si te gusta puedes linkearme. Desde ya muchas gracias.
Por favor deja tu comentario y vota la encuesta.
Gracias.

Cristian González dijo...

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SI ME LINKEAS YO T LINKEARE.
Gracias.

Varios dijo...

Lo haré Cristian. Gracias por los comentarios y por la vista. Tenlo por seguro que visitaré tu blog y lo añadiré en mis links. Un abrazo desde La Paz.