Recuento del misterio

Sin embargo, el Comité Ejecutivo nunca pudo construir una estructura argumentativa sólida e inexpugnable. Por el contrario, las fisuras, los quiebres, las ambigüedades, las desprolijidades, las dubitaciones, las posiciones demagógicas, la unilateralidad y las profundas contradicciones impidieron que la FIFA asuma la proscripción de la altura a partir de un conjunto de insumos técnicos y científicos irrebatibles. Blatter se lanzó a la aventura de la prohibición con la certeza de que detrás de esa decisión protegía los enormes intereses de dos gigantes federativos: Argentina y Brasil, más los intereses de los clubes del G14 del fútbol europeo; y al hacerlo desnudó la precariedad de los móviles internos FIFA.
Una muestra de ello es el irresponsable sube y baja de los metros sobre el nivel del mar en los que supuestamente, para la Comisión Médica FIFA, se respeta y se protege tanto el Fair Play como las piernas y los corazones de los jugadores. El Comité Ejecutivo el 27 de mayo, prohibió los partidos de fútbol a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar. En junio, por presiones políticas, subió el límite a 3.000. En julio, el presidente de la FIFA conjuntamente con el de la Conmebol firmaron una nueva resolución “de excepción” autorizado a Bolivia a utilizar La Paz como sede para las eliminatorias rumbo a Suafrica 2010. El comunicado oficial certificaba un límite de 2.500 metros con una tolerancia de hasta 2.800 msnm “para futuras competencias”. En diciembre, el nuevo límite es de 2.750 basado –como en mayo– en supuestas recomendaciones médicas.
Las huellas del último veto
A una semana y un par de días de la última resolución del Comité Ejecutivo, valga recomponer algunas piezas de este complejo rompecabezas de las decisiones FIFA. El día miércoles 12 de diciembre la Conmebol ya tenía registrados los nombres de los próximos clasificados tanto a la Copa Libertadores como a la Copa Sudamericana. En Perú, El Coronel Bolognesi de Tacna ciudad situada a 3.365 msnm inscribió su nombre en la Copa Libertadores y en la Sudamericana.

El miércoles 19 de diciembre se concretó la reunión del Comité Ejecutivo de la Conmebol. Sin Leóz en la cabeza. En ella, Carlos Chávez, lamentó la ligereza en el análisis de la Comisión Médica FIFA. Chávez, también señaló que el doctor Jiri Dvorak (médico jefe de la FIFA) mandó una carta a la Federación Boliviana, donde se sostenía que el tema de la altura sería analizado por la Comisión Médica a finales del 2008 ó principios del 2009. Se supo que el argentino Eduardo de Luca, secretario general de la Conmebol, expresó su extrañeza por el surgimiento del conflicto del veto, debido a que no estaba en la agenda de la FIFA en la cita de Tokio, Japón. Todo esto indica que la arbitraria decisión del Comité Ejecutivo fue motivada por la presión de la Comisión Médica de la Conmebol en vista de que en las copas Conmebol abundan los equipos que juegan en la altura. A esto se añade las temibles declaraciones del vicepresidente del Flamengo, Cléber Leite, quien aseveró que no le "preocupaba" que su equipo se pueda cruzar con el Cienciano peruano, pues se va a "cumplir" la orden de la FIFA de prohibir los partidos en la altitud. Leite atribuyó la resolución de la FIFA a una “victoria” del presidente de la Confederación Brasileña, Ricardo Texeira. Bastan las palabras y los comentarios.
El juego de múltiples rostros de la Conmebol
Los presidentes de las federaciones de Argentina y Brasil, con una habilidad de viejos políticos zorros, con una astucia de magos han trasladado el debate sobre el conflicto de la altura del escenario de la Conmebol a otro escenario casi inaccesible para federaciones andinas: la FIFA. Desde allí operan con más calma, con mucha torpeza, pero con la certeza de se encuentran cerquita del poder y de Blatter, con aliados efectivos como el doctor belga D´Hooghe. Sabemos que la altura debería ser una preocupación exclusivamente de la Conmebol, pero es el Comité Ejecutivo de la FIFA el dueño del destino del fútbol más allá de los 2.750 metros por encima del mar. En este contexto se hacen más legibles las declaraciones del longevo presidente de la AFA, Julio Grondona, quien señaló que se hará “lo posible”, reitero "lo posible", para que el órgano rector del fútbol internacional permita los juegos restantes de las eliminatorias mundialistas en La Paz y Quito. Dijo Grondona: “Tenemos que decirles (a las autoridades de la FIFA) que solucionen el problema o de lo contrario no se podrá seguir en futuras eliminatorias”.
La FBF debió sentar un precedente rotundo en la Conmebol. No es posible que una de sus Comisiones (la médica) haya emitido un informe oscuro a puertas cerradas y a escondidas en contra de los beneficios de uno de los afiliados federativos. La FBF debió haber instaurado una investigación sobre los móviles de la Comisión Médica de la Conmebol. La Comisión Médica desató la madeja que ahora ya se transformó en una maraña imposible de ordenar y en la que quedará entrampado el fútbol de altura.
¿Qué le queda al fútbol de altura? Cohesionar fuerzas e inteligencia, en ese sentido, es un gran paso que esté Guido Loayza dentro de la Comisión del Veto a la Altura que lastimosamente la dirige el aneuronal doctor Pacheco, que de a poco y con mucho esfuerzo descubre las aristas de la compleja geopolítica del fútbol. Pacheco ya salió a los medios a invadirnos de su reconocible demagogia, el sábado dijo a Acción de La Prensa: "se trabajará en los aspectos médico, filosóficos y sociológicos, se elaborarán acciones estratégicas en el ámbito político, social, jurídico y, por supuesto, deportivo. Lo más importante es que hemos logrado aquello que queríamos encontrar, un estamento donde hayan funciones específicas y donde se aborden -todos los órdenes de manera profesional y eficiente". Con esta siembra retórica es posible predecir la cosecha...
Este post no puede cerrarse sin citar la imagen de Blatter con el globo terráqueo en la mano. El suizo sabe bien que en el momento en que proceda el veto, la FIFA inmolará una de sus más importantes estructuras: la universalidad. Al mismo tiempo, Blatter sabe que si el veto no procede la espada de Damocles de los clubs del G14, más la temeraria influencia de las federaciones brasileña-argentina cercenarán los millones que deseen de las cuentas FIFA. Es un momento complejo, se podría decir que el conflicto de la altura es, sin vueltas, uno de los ejes de la gestión de Blatter. Por ahora, por las señales dadas sabemos que lo que le interesa es proteger la maquinaria futbolera de los de millones FIFA. Por tanto, el lema: "Por el juego. Por el mundo", se desinfla del mismo modo como el globo terráqueo que configura FIFA.