lunes, 7 de enero de 2008

¿Y de dónde salió Claure?

Sin el ánimo de aventar pullas, ni convocar falsas intrigas este blog reproduce un fragmento del texto de Ricardo Bajo: Claure y Negroponte convencen a Evo en el dudoso negocio de las "computadoras de $us 100". El Bolívar del Siglo XXI, con el meritorio Guido Loayza en el mando, debe erradicar los viejos hábitos de la decrepita dirigencia saliente. En ese afán, la comunidad bolivarista así como se merece que le narren, que le comuniquen a detalle los ingredientes, las ideas, el origen de los capitales, las utopías, los objetivos del Club, necesita con urgencia que le transparenten la información sobre los recovecos en la hoja de vida de su actual copresidente, Marcelo Claure. Los medios subsumidos en el encanto del gigante Claure optaron, como siempre, por un extraño silencio-cómplice. Marcelo Claure, el nuevo mecenas bolivarista, trajo consigo además de millones de dólares un conjunto áspero de trascendidos, de viejas historias que no cierran y otras que coinciden y encajan perfectamente. A continuación en breves párrafos, Ricardo Bajo reconstruye un pequeño trozo de esas historias, plantea una versión, una posibilidad de esa controvertida trayectoria vinculada con nuestra historia futbolera.

¿Y de dónde salió Claure?

Marcelo Claure comenzó a hacer plata en Estados Unidos en octubre de 1997 cuando compró una tienda de celulares en Miami. Abrió su empresa llamada Brighstar Corporation, la cual tuvo la genial idea de comprar celulares a consorcios como Motorola para luego vender éstos a operadores de celulares en América Latina. De esta manera aceleraba y ahorraba los innumerables trámites (realizados antes por varias empresas y ahora centralizados en Brighstar) que van desde la personalización de cada país, grabar el nombre de la operadora y tematizar los aparatos hasta los trámites de exportación, de almacenaje, transporte, nacionalización del inventario, coordinación de órdenes, monitoreo y entrega de las órdenes a la operadora celular.


Actualmente Claure (con 1700 empleados) sigue distribuyendo celulares, pero también los fabrica y su empresa distribuye el 40% de los 80 millones de celulares que se usan en América Latina, llegando a facturar 2.200 millones de dólares al año. Se trata de la empresa más grande de todo el mundo en este rubro.


Las malas lenguas del fútbol boliviano se acuerdan de Claure. Se dice que como gerente de la Federación Boliviana de Fútbol estuvo involucrado en la nunca aclarada estafa de venta de entradas del Mundial del 94 correspondientes a Bolivia a empresarios coreanos, bajo la presidencia de Guido Loayza, su actual acompañante en Bolívar y ex superintendente de Telecomunicaciones.


La falta de transparencia en las sucesivas presidencias de la Federación Boliviana de Fútbol imposibilitaron saber cuánto dinero (se habla de centenares de miles de dólares) se embolsillaron los dirigentes de la época del Mundial de Estados Unidos en 1994 en el negocio de revender entradas a los coreanos, que compartían grupo con Bolivia. Sería bueno que Evo haga sus averiguaciones entre la gente del fútbol que lo acompaña en el gabinete para saber quién es exactamente Claure y su papel en el caso de las entradas revendidas en Estados Unidos.


Foto: Suplemento Acción de La Prensa

7 comentarios:

Unknown dijo...

Christian, cómo estás? Me sorprende cómo te cuidas la espalda en este post. Citas a un texto (leí la nota íntegra) muy mal escrito que hila información bastante ilegible y caótica. Y haces un prólogo de equilibrista (más interesante que el texto) donde buscas no quedar mal con nadie. ¿Por qué? ¿Por qué no escribes vos sobre Claure? ¿Por qué tanto silencio-cómplice con el nuevo proyecto del Bolívar? ¿Dónde quedó tu agudeza? Respecto al proyecto bolivarista quiero verlo en cancha.

Varios dijo...

Guido Loayza tuvo una gestión bastante próspera que concluyó con Bolivia en el Mundial 94. Eso nadie puede negarlo. Loayza le dio un norte a la selección, pero no a nuestro fútbol. Loayza medió para que un conjunto de factores coincidan a favor de la selección. Sí, definitivamente se bajó del barco demasiado rápido, lo cual nubla de algún modo el recuerdo de su gestión. Creo que el reto que tiene en el Bolívar es enorme. Tendrá que remar en un contexto mediocre de aguas demasiado tumultuosas, pero creo que tiene los billetes, las ideas, los objetivos, la motivación, el equipo dirigencial para hacerlo de la mejor manera posible. En otras palabras, le tengo a fe al proyecto Loayza.

***

De Claure tengo poco que decir. Sí, sé de algunos chismes oscuros que vinculan a su máquina de millones de dólares con la reventa sospechosa de entradas en el Mundial USA 94. Los detalles de corrupción lastimosamente quedarán en el trascendido porque, como bien dice el Ricardo, las gestiones posteriores a Loayza se rifaron los millones de la Federación y, por supuesto, no encararon una auditoria relativamente seria.

***

El texto de Ricardo creo intenta cuajar todas esas hilachas de información y de algún modo lo logra.

***

No me cuido la espalda para nada. No tendría por qué hacerlo. Lo que intento es darle una introducción al texto del Ricardo, nada más.

Gracias por el comentario.

Unknown dijo...

Me preocupa cuán envidiosos son. Claure es un gran empresario que nos enorgullece a los bolivianos.

Carola

Varios dijo...

¿Envidiosos, Carola? ¿A qué te refieres?

Anónimo dijo...

http://lapalabraesferica.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Me gusto mucho tu Blog, y me encantaría un intercambio de enlaces.
Para enlazarme por favor coloca el nombre de mi Blog en mayúscula:
MUNDO FUTBOLERO
http://mundofutbolero.blogspot.com

Si tienes otros blogs espero que me enlaces en ellos también. Me gustaría que me pases este dato de tu Blog: País en el cual fue creado. Este último dato es necesario para poder colocarte en algunas de las secciones de Links que se encuentran en mi Blog.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Este texto refleja la envidia andina y retrograda a un Boliviano que viene a hacer obra honrada a su tierra.

Cualquier boliviano que haya vivido o vida en el extranjero puede horrorizarse de las cosas escritas acá.

Una Lástima la envidia y el rencor con que miramos a los Bolivianos en el exterior, en especial a aquellos que han tenido éxito.