
Ojalá cambié el destino del fútbol y del deporte boliviano…
Mi identidad es una mezcla inabarcable, una furiosa secuencia de etnias, decires, pensares y devenires, una febril hibridez, una conjetura. Pero un punto de mi Aleph es una pelota de fútbol obstinada en su poder aglutinante. Y como me incomoda la afectada neutralidad, digo: soy, y a veces sobre todo, un futbolero.
Sí, sí, sí, sí…
Gonzalo Cobo, Director de Fútbol Manía del Grupo Fides, en este tiempo ha cobrado cierta importancia en el relato futbolero. Su relato está presente en cuatro frecuencias, lo cual de por si señala cierto monopolio de su voz. Es indudable la imitación por parte de Cobo a Mariano Kloss, relator de la Fox, sobre todo el relato nasal y el uso de comodines del argentino Klos como: ¡Atención! Es desesperante que Cobo imite a la Fox desde los chistes hasta el formato de la narración futbolera. Pero desespera más el hecho de que en enormes tramos de los partidos se olvidé del relato y priorice sus promociones, haga chistes ofensivos a sus colegas y para disimular lanza una pseudo reflexión futbolera. Estas franjas dominan sus inexistentes narraciones. Momentos en los que Cobo se abstrae del fútbol y cae en digresiones odiosas e inútiles. Lastimosamente tuve que oírlo diariamente en la Cinemateca. Otro detalle de su mala cobertura del mundial fue dejar de lado a relatores y comentaristas más talentosos pero opacados como Marcelo de la Cruz, quien relato los partidos de la primera fase. Sin embargo, lo que me parece imperdonable es llevar de comentarista a Juan Carlos Paz García para analizar los partidos del mundial. Este exdefensa de Guabirá, The Strongest, Bolívar, La Paz F.C., Real Potosí, entre otros, se hace nudos con la lengua (“Uruguay ha cubrido bien lo espacios”, por ejemplo). Este señor García no ayuda a mirar el juego lo opaca hasto lo ensucia, no analiza estrategias porque definitivamente no puede, no puntualiza detalles de la táctica, su forma de mirar el fútbol es muy rústica y torpe, por decir lo menos. A lo largo del mundial la dinámica era que Cobo le planteaba un tema y Paz García realizaba a partir de balbuceos linguísticos una redundancia obvia sobre esa idea. En otras palabras, para opinar lo que opina Paz García no necesitas haber jugado fútbol… Simplemente tener una noción de lo más elemental sobre lo que es el fútbol y con eso basta y sobra. Jamás lo escuché leyendo el partido, pero eso sí siempre comentando aspectos colaterales que no ayudan a producir una visión del juego. Cobo cree ser el gran nuevo relator del fútbol boliviano (bien por su autoestima), seguramente tendrá mucha audiencia que disfruta de su mediocridad, sin embargo, tiene que ser más humilde y reconocer que estar delante de un micrófono te exige responsabilidades que van más allá de la burda imitación a la Fox.
Sobre otras coberturas…
Son tres mundiales seguidos que la dupla Fermín Zabala y Ernesto Moreno secuestraron los relatos del mundial, es increíble e inaudito que esta dupla relate y comente los 64 partidos. Es definitivamente un abuso a la paciencia e inteligencia futbolera de la gente. Con tres mundiales comentando cualquier estupidez enunciada por Zabala ya no sorprende, ni ratifica la inoperancia de este señor. Lo que sorprende es que siga sentado en esa silla aportando todo esa cadena de idioteces, subestimando al público con minucias, trivialidades que convocan a la verguenza ajena, ridiculeces, obviedades, detalles predecibles, zonceras que no convocan a la risa y que despiertan la furia. A la dupla insoportable la presencia de Ernesto Rojas le da mayor solidez, tiene datos, reconoce errores, conoce mucho de fútbol internacional (que en un contexto como el boliviano no es un dato menor), creo que con sus aportes fortalece al relato y al comentario. En ese plano, la presencia de Miltón Melgar aporta pastillas para entender el juego. Melgar en la cancha tenía un enorme potencial para observar la arquitectura del juego y con gran estética distribuía balones, organizaba al equipo en ataque y en defensa, algo de eso arrastran sus comentarios que en general son inteligentes. Gustavo Quinteros tiene más capacidad que el antiguo capitán de la selección boliviana para manejar las palabras, para analizar sin caer en tecnicismos ya sean planteamientos, propuestas futboleras. Es interesante rastrear que entre líneas Qinteros siempre muestra ser un tipo demasiado conservador en su forma de entender y conceptualizar el juego. Y Quinteros es el gran candidato para dirigir la selección…
Alfonoso Toto Arévalo, más su hijo y Papi Numberg viajan -cada uno por su lado- a todos los mundiales y olimpiadas... La cobertura de ambos es penosa. Toto se dedica a codearse con referentes del fútbol mundial, eso hizo desde siempre. Papi, lo mismo. Entre medio de sus reportes muestran una nota curiosa o muchas de ellas: el perrito futbolero tuvo una larga cobertura en el programa de Numberg o José Miguel Arévalo y papá agarrando entre brazos a tiernos leoncitos. Eso es todo... Un viaje de un mes que a los de acá no nos aporta ni un ápice... Ah, pero eso sí vimos a Toto cerquita de Pelé y a Papi hablando a con Platini. ¡Qué importantes que son! ¡Qué buenas vacaciones que tienen los periodistas deportivos!
La cobertura de Radio Gente de Johnny Plata, David Heredia, Paulo Apaza tuvo la virtud de cubrir todos los partidos. Entre Heredia y Apaza plantearon interesantes comentarios, no así Plata. Heredia nunca se queda con lo obvio del fútbol sino que le da una vuelta, explora más hilos que propone el complejo tejido del fútbol. Apaza con menos versatilidad que su hermano (el profe Apaza, Dt de La Paz F.C.) de la misma manera tiene un esquema y herramientas más interesantes para aproximarse a toda la vastedad que ofrece el fútbol. Entre los dos creo que hicieron una buena cobertura del mundial, no podría decir lo mismo del resto de ese equipo.
En la noche Andrés Rojas tiene un programa, Noches de Radio, en el cual organiza una mesa de debate con muchas limitaciones, donde quieren hacernos creer que los invitados, con excepción de uno de ellos, tienen algo interesante que decir respecto al Mundial. En esa pobre mesa el que destaca de lejos es Igor Centellas ya que con mucha información, conocimiento del juego, mucha memoria, con mucho fútbol en las espaldas demuestra ser de lejos uno de los mejores comentaristas de fútbol en Bolivia. En el programa un periodista como Jorge Gonzales –Dt diplomado en Brasil– aporta ideas, genera polémicas y dice las cosas que piensa, a veces cae en caprichos y posee escasez de argumentos. Del resto prefiero no hablar, pero no soporto esa manía del conductor Rojas de no decir nada, ni aportar nada, pero eso sí recordarnos en cada instante que él fue un jugador profesional en el mediocre contexto del fútbol boliviano.
La cobertura de Fox Central tampoco me pareció muy interesante, mucho despliegue para poco contenido. Creo que lo mejor del mundial fue Hablemos de fútbol (ESPN+), Código F (TyC Sport). No pude comprar el servicio de Direct Tv, pero por los comentarios creo que fue una gran cobertura.
De los periódicos hay poco que destacar. Ya que tanto Marcas, Acción, como el deportivo de Página 7 son sobre todo espacios de reproducción mecánica de cables insípidos, descafeinados, escritos casi de forma memorística. Sin embargo, las columnas de fútbol, sobre todo de Marcas, son un mejor producto que varias mesas de comentaristas. No seguí con detenimiento el programa El Golazo de Cotel Tv, lo poco que vi me pareció que es un ejercicio de autoritarismo ignorante de parte de los señores Rivera y Funes (sumar años en los medios no garantiza inteligencia, menos un producto con algo de inteligencia), menos el show barato argentinizado de un tal Iván Cornejo. Del programa de Oscar Dorado hay poco que decir. Tiene a Norberto Kekes que es un tipo interesante para verbalizar y analizar el juego. El señor Lorenzo Carri a su viejo estilo, un poco como Macaya Márquez, nunca asevera nada que lo comprometa. Dejo de lado el Show del Deportivo que dirige Berdeja, es tan malo que más vale condenarlo al silencio.
Entre todo esto por suerte queda el Internet, las columnas de Juan Pablo Varsky, de Santiago Segurola, de Axel Torres, de Ariel Scher, en fin son tantos de los que uno puede aprender a ver y a sentir fútbol.
Detrás de Mourinho siempre se levanta una polvadera de adjetivos que constantemente apuntan a la racanería, pragmatismo y mezquindad. Por el contrario, detrás de Bielsa los adjetivos, casi en consenso, lo coronan como el Dt distinto, el del pressing, el obsesivo del detalle, el pretensioso que piensa en “todas” las variables del juego, el que pierde pero pierde atacando. En este texto no quiero abrir la zona mediática que igual los diferencia y los transforma en sujetos densamente particulares, sólo pensemos en la arrogancia y las estrategias del lusitano que siempre se transforman en titulares de los medios del mundo y en los ojos agachados de Bielsa que evaden de forma sistemática los lentes de todo tipo de cámaras. Ahora, quisiera detenerme en el juego, en los estilos que proponen ambos entrenadores y configuradores de fútbol.
El viernes Bielsa a través de la selección chilena así como deslumbró cómo sus seleccionados quitaron el balón a la selección española de algún modo para mí el rosarino se mostró algo ingenuo y predecible (ingenuo en ese idilio que persigue a través del fútbol), demasiado enamorado de sus formas de ver el fútbol, de sus conceptos, de sus obsesiones. En otras palabras, demasiado enamorado de sí mismo. Creo que Chile se entregó con mucha facilidad frente a España. Fue por supuesto mucho más interesante ver a Chile, como Ícaro que va al sol sabiendo que sus alas son de cera... Y en esto Bielsa fue el mayor responsable. En todas sus declaraciones previas señaló que él no puede plantear partidos para el empate, sólo puede diseñar juego en función de ganar. No entendió que España con el empate podía estar eliminada y no jugó con esa variable especulativa. Asustó sin causar el menor rasguño en el área española, dominó durante 25 minutos y a partir de ahí se cayó su planteamiento, los jugadores –con rostros muy parecidos a los argentinos frente a Suecia– además de extenuados, se extraviaron en entorpecer el juego español con faltas y con muchas fragilidades e imprecisiones en la salida. FUeron estos detalles los que le hicieron perder el partido. Bielsa podía haber jugado con la ansiedad española, podía haber administrado mejor la ansiedad de la selección que dirige y no lo hizo. Esto demuestra que Bielsa apuesta de manera obsesiva y casi predecible a una sola forma de ganar que es la suya. En síntesis: Bielsa trabaja sus equipos a un registro. Creo que se equivocó frente a España… Chile no es Argentina, no es Brasil…
Mourinho es un Dt mucho más maquiavélico en ese sentido. Sus equipos desde el punto de vista de espectador no seducen, adormecen el juego... Pero el detalle que es interesante en el portugués es que no se repite y sale a ganar cuando así el contexto lo determina o sale a racanear cuando la situación se lo exige como método más importante para plantear un partido. Para él no es indigno buscar un empate. Pero repito, lo interesante es la multiplicidad de registros. Si pensamos frente a Barcelona en la semifinal de la Champions League el Inter no podía salir a presionar a lo loco a Barcelona porque terminaría perdiendo. A Mourinho, como a todo DT, le piden la victoria, él piensa, estudia, y comprende que sólo de este modo puede ganar ante el equipo al que no se le puede discutir la posesión del balón, a Barcelona. Frente al mismo equipo en su casa presenta otros rostros, otro modo de poseer el balón, también de atacar a Barcelona y gana 3 a 1.
Con esto no quiero decir que Mourinho es un mejor técnico que Bielsa. Sin embargo, creo que el fútbol te exige una multiplicidad de registros para encararlo. Creo que Bielsa allanó el camino español, le abrió las puertas a ser primero del grupo con mucha ingenuidad y testarudez. El necesitado parecía Chile y al final del partido terminó rogando que Suiza no le gané a Honduras. En ciertas circunstancias, no está mal la racanería, la mezquindad, sobre todo en selecciones menores como la chilena. Mañana la selección de Dunga esperará ansiosa que Bielsa le planteé un partido similar al de España, donde Bielsa asombre al universo del fútbol con su modesta selección dominando al penta campeón. Ese será un territorio muy propicio para que Brasil se come a su presa en octavos. Pero al final del partido todos admirarán al “gran técnico”, a sus obsesiones, a su admirable pressing, hablarán “que bien le robó Chile la pelota a Brasil” y punto eso será todo… ¿No hay algo de demagogia en esto? ¿Acaso Bielsa no es igual de maquiavélico que Mourinho? ¿A Bielsa le interesa que Chile trascienda en el mundial? ¿O acaso es más importante su ego profesional? Ojalá mañana Bielsa me sorprenda y no haga más de lo mismo: una sutil racanería y mezquindad personal…