lunes, 25 de febrero de 2008

El fútbol mejora a la política


El fútbol desde la dimensión de Vicente Verdú adquiere la profundidad de una enorme caja de resonancia donde resuenan los ecos de una práctica con alta capacidad de trascendencia. A continuación reproduzco un texto de Verdú en el cual podrán saborear esas extrañas aristas que se incrustan en la médula de todo futbolero.


Si el Barça es más que un club debe atribuirse a que el fútbol es más que fútbol. Tal obviedad forma parte del corazón aficionado y no requiere ninguna explicación. Si el fútbol terminara en el espacio del campo y en los 90 minutos del encuentro no pasaría de ser más que una distracción. Se trata, por el contrario, de una pasión que justificadamente se alista junto a las grandes pasiones y, si se husmea en ella, acogiendo incluso a dos o tres.


Cuando la vida pública desfallece hoy, desacreditada, corrupta y aburrida, la militancia futbolística sostiene el ansia de vida colectiva y participación. El deporte que apenas fue nada en el siglo XIX, se hizo seña nacionalista a principios del siglo XX y ha venido a erigirse, acabada la misa, consumida la política y cancelada la revolución, en el más ferviente acontecimiento de masas, droga dura o síntesis de las viejas drogas, utópicas o no, que movilizaban a la población. Ni la música logra efectos parecidos puesto que el fútbol no es sólo una potente reunión circunstancial, sino una convivencia esencial y sin pausas.


En todos los países donde el fútbol importa mucho, la población ha hallado el modo de juntarse traspasando las clases, los sexos y cualquier adscripción mayor. La hinchada es capaz de engullir las particularidades y generar una conciencia que impulsa a la compañía, la ilusión, la esperanza o la recompensa para todos a la vez.

You'll never walk alone (Nunca caminarás solo) es el título del himno del Liverpool que también entonaron los seguidores del Celtic en su partido contra el Barça del miércoles. El conmovedor bloque en que fraguan decenas de miles de espectadores al compás de esta canción supera a casi cualquier himno de la patria, porque mientras las naciones se hacen y deshacen ya fácilmente, se difuminan o se apelotonan, el equipo se perfila con una nitidez simbólica que proporciona una identidad tan oportuna como real. Nunca obtiene mayor carácter una formación que mediante la confrontación. Y si los himnos nacionales estremecen, sobre todo en plena guerra, los himnos del club se vigorizan en los grandes choques.


Ganar o perder en colectividad, verse triunfante o derrotado como grupo, constituye la base de su apego. You'll never walk alone procede de un musical que se estrenó en Broadway en 1945. Se interpretaba tras la muerte de un líder -Billy Bigelow- para dar ánimos a su esposa embarazada, y se repetía al fin de la función en la emocionante ceremonia de la graduación de Louise, hija del líder y de Julie Jordan.


Su letra dice así: "Cuando camines atravesando una tormenta / mantén bien alta la cabeza / y no te preocupes por la oscuridad. / Al final de la tormenta / hay un cielo dorado / y el dulce y plateado canto de una alondra. / Camina a través del viento, camina a través de la lluvia. / Aunque tus sueños se vean sacudidos y golpeados / sigue caminando. Sigue caminando con esperanza en el corazón / y jamás caminarás solo. / Nunca caminarás solo. / Sigue caminando, sigue caminando con esperanza en el corazón / y jamás caminarás solo".


Ciertamente, la canción logró su mayor popularidad tras la Segunda Guerra Mundial cuando muchos de los asistentes al musical tenían entonces maridos, novios o hermanos combatiendo al otro lado del Atlántico. La interpretaron después Frank Sinatra y Elvis Presley, entre otros, y en Inglaterra, la versión más famosa, número uno en los hits de 1963, fue la del grupo de Liverpool Gerry & the Pacemakers. El Liverpool la adoptó pronto como himno y su estribillo figura como lema en su escudo. El amor y la guerra, el duelo y la gloria, la frustración y la esperanza, oscilan desde la vida al fútbol y del fútbol a la vida. ¿Se puede permanecer todavía al margen de esta afición?


Vicente Verdú, El País (España)

Arte Gráfico: Moisés Pacheco

domingo, 24 de febrero de 2008

Adentro y afuera, apuntes sobre la victoria Atigrada

Pablo Escóbar abrió la inmensa olla de presión que asfixiaba y tensionaba al Tigre y lo más importante lo hizo con mucho fútbol y no a través de los ambiguos rumores.

The Strongest andaba buscando una terapia de grupo, una medicina que los cohesione, un efectivo tratamiento de choque e impacto, una vitamina B-12 que reactivará al alicaído vestuario, un tónico que limpie su fútbol de todas aquellas desprolijidades expuestas en la pre temporada; y fue Escóbar el que dio la vuelta a la tuerca, cambió como un prestidigitador el estado de ánimo de un equipo acostumbrado a habitar en la penumbra, con la única medicina que ofrece el fútbol: el gol. El Tigre se motivó con cinco inyecciones de ánimo.

Si se asume que el campeonato liguero se asemeja a una larga partida de ajedrez, se podría afirmar que el técnico Bernardo Redín, ayer, movió bien a sus peones. Y fue Pablo Escóbar el que entró a la cancha con la caja de herramientas más ordenada con el fin de trabajar y construir un partido que transforme la atmósfera mortuoria y decadente por otra donde se destaque un fútbol sobre la base del toque, de la desmarcación, la velocidad, la tenacidad en la marca, la velocidad, la precisión.

Sin embargo, tres días antes del partido frente a Real, en un partido de entrenamiento Pablo Escobár junto con Wilder Arévalo (el chivo expiatorio de la Curva Sur) optaban por los golpes como vía de escape de esta densa atmósfera atrigrada. Un día antes del partido, alrededor de la cancha de Achumani, Pablo Escóbar, en complicidad con sus compañeros entre ellos Wilder Arévalo, ofreció una conferencia de prensa en la que se proponía rematar a la prensa un conjunto ingenuo de rumores. Es posible que Pacheco, Llano y Montalvo, hayan sido los titiriteros de esta escena y lastimosamente Escóbar haya fungido como el títere mayor. Escóbar sacó una maraña de papelitos y explicó a las cámaras que se trataba de una larga lista de amenazas de muerte, de agresiones hacia los jugadores y sus familias. Implícitamente era fácil de inferir que el mensaje de Escóbar apuntaba como los responsables de estos “mensajitos” a los “hinchas” de la Sur. ¿Qué buscaba en esta conferencia Escóbar y el resto de jugadores? ¿Mostrar la barbarie de los hinchas? ¿Hacer público un trocito de la presión que cotidianamente tienen que enfrentar los jugadores en este duro oficio que es el fútbol? ¿Cohesionar al grupo de jugadores visualizando claramente al enemigo? ¿Darle un espaldarazo a la cuestionada dirigencia?


Lo interesante de este episodio es que Reynaldo Calatayud, jefe de la barra de la Curva Sur, en declaraciones a Fútbol Manía del Grupo Fides, ayer sábado, aseveró que él también es víctima de una larga lista de mensajes que lo amenazan con agresiones a él y a su familia. Detalle que empantana esta ”guerrita” fatua de rumores. "Guerrita" en la que es posible palpar las aguas puercas en las que el Tigre se desliza hacia la nada.



En este contexto, cabe preguntarse: ¿Qué hay detrás de estos rumores? El Tigre es un club con demasiadas aristas. Y una de las aristas más complejas es la dirigencia. Dirigencia que se ha caracterizado por hacer de la negligencia, de la mediocridad una tradición, un hábito, un pilar inquebrantable en el Club. Pacheco y Cía. saben muy bien que la gestión del Centenario será implacable y no dará chance para maniobras demagógicas. Por tanto, no les queda más que abrir otros escenarios de batalla. Uno de ellos es alrededor de la cancha donde sean los jugadores los que se muestren como las verdaderas víctimas de una persecución atroz. Sin embargo, no hay donde perderse la dirigencia tiene poco aire para desplazarse y operar, la no habilitación del arquero Mosquera, del 9 de área Silvera hacen que la situación adquiera matices insostenibles.

Volviendo al triunfo de ayer sábado es vital que Escóbar retome su protagonismo dentro de la cancha y que asuma la responsabilidad de buscar las soluciones más inteligentes dentro de ella. La cancha es el único escenario que puede destrabar este intrincado laberinto aurinegro. Ayer, frente a un Real Potosí invertebrado, desmotivado, desnorteado, improductivo, el Tigre demostró que tiene la argamasa suficiente para alcanzar resultados sostenibles a lo largo del campeonato. Sin embargo, todo dependerá de las atmósferas, de los estados de ánimos, de las movidas políticas, de los vaivenes decadentes que ofrece el fútbol nacional y de las variables técnico – tácticas que ofrezca el Dt Redín. En otras palabras, en esta enorme partida de ajedrez que es la Liga, ayer el Tigre sólo movió a los peones y lo hizo relativamente bien, todavía faltan muchas partidas para aproximarse al jaque…

Fotos: Acción de La Prensa

martes, 19 de febrero de 2008

Ronaldo, Rey de Cristal


Reproduzco un imperdible texto de Ezequiel Fernández Moores que escarba en cada uno de los episodios de la épica novelesca del primer jugador del fútbol postmoderno, Ronaldo...



1994. Estados Unidos. El fútbol despide a su último rey. Diego Maradona es expulsado del Mundial de USA 94 por doping. Pero ya se adivina al heredero. Su nombre es Ronaldo. Sale campeón, pero Brasil ataca con la dupla Rosario-Bebeto y él no juega siquiera un solo minuto. Apenas tiene 17 años. Su nuevo patrón, el PSV Eindhoven holandés, lo trasforma en Robocop. Crece su masa muscular a base de esteroides anabólicos. De 1,79m sube a 1,83. Y de 75kg pasa a 82.

Llega al Mundial 98 con la corona puesta de antemano. Anotó 58 goles en 60 partidos con Cruzeiro, 55 en 56 con PSV y 39 en 44 con Barcelona. Arriba a la Copa de Francia, incluyendo el inicio de desembarco en Inter, con 311 goles en 386 partidos. Una media de 0,81, superior a la de cualquier otro mito, excepto Pelé, O Rei, el tricampeón mundial, pero que jamás se probó en Europa. Ronaldo sí. Es el rey del fútbol moderno. Potencia, talento, velocidad, instinto y gol. Le alcanzan segundos para definir partidos. Son segundos que cotizan a precio de oro en la TV de cable cuyo gran negocio explota en los años ´90. El Mundial 98 convertirá a Ronaldo en el quinto rey de la lista que, según orden de aparición, integran Alfredo Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff y Maradona.

Pero Ronaldo deja Francia sin corona, en silencio y con escándalo. Horas antes de la final del Mundial, su sueño se trasforma en pesadilla. Abre los brazos desesperado en busca de aire, se le traba la lengua, su rostro empalidece. Roberto Carlos, compañero de habitación, dice que ve espuma en su boca. Cree que Ronaldo es Linda Blair en El Exorcista. Y grita por los pasillos que Ronaldo se muere. Apenas seis horas después, Brasil, con Ronaldo en el equipo, sale a la cancha y pierde la final 3-0 ante Francia. La derrota, para un país abonado al éxito, es un segundo Maracanazo. Una primera Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) de la Cámara de Diputados de Brasil trabajó nueve meses, realizó un informe de 830 páginas y pidió el procesamiento de 33 personas. Una segunda Comisión, del Senado, trabajó luego catorce meses y escribió 1.600 páginas repletas de denuncias que pedían el procesamiento de 17 personas. Pero ya un nuevo Mundial aparece en el calendario. La Copa de Corea-Japón 2002. Brasil sale campeón. Ronaldo es rey absoluto y todo queda en el olvido.

En Francia 98, Ronaldo, más que una convulsión, como siempre se dijo, podría haber sufrido un trastorno en el sueño. Parasomnia, según afirma Jorge Caldeira, autor del libro Ronaldo: gloria y drama en el fútbol globalizado, editado por Lance! en 2002. Una especie de terror nocturno que lo retrajo a los tiempos de su Bento Ribeiro natal, una ciudad a 40km de Río de Janeiro, que mezclaba a militares con comunistas y en la que Ronaldo Luis Nazario de Lima nació el 22 de setiembre de 1976, un mes antes de que Maradona debutara en la Primera de Argentinos y a un año de que Pelé se coronara campeón del soccer con el Cosmos de Nueva York y se retirara definitivamente de las canchas. "Dadado", como lo apodó su hermano Nelio, habló recién a los cuatro años, era sonámbulo, le temía a la oscuridad, se hizo pis en la cama hasta los 13 años y hasta los 20 durmió con un oso de peluche.

Sus compañeros de escuela, más crueles, lo apodaban "Mónica", una niña de historieta de dientes abiertos y gran aptitud física. La separación temprana de sus padres aumentó esa inseguridad. Su único refugio fue la cancha. En su primer año con los mejores jugadores de fútbol-sala de Bento Ribeiro hizo 166 goles. Tenía sólo 11 años. A los 13 debutó en un campeonato profesional. A los 16 en la Primera del Cruceiro. A los 17 se fue a Europa. Y a los 21 llegó a Francia para la coronación. Cuentan que la noche de la derrota en la final lloró y lloró como nunca, mientras rogaba a sus padres que no dejaran de abrazarlo. Robocop había vuelto a ser Dadado.

La empresa de los representantes Reinaldo Pitta y Alexandre Martins (años después arrestados ambos por sobornar fiscales y lavar dinero) lo compró al Sao Cristovao, cuando tenía 16 años, por 7.500 dólares. El contrato esclavo de diez años tuvo rédito inmediato, porque Cruzeiro lo compró por algo más de un millón de dólares. Ya tenía asegurada su venta al PSV por 6 millones. Barcelona pagó luego 20 millones, Inter 36 y Real Madrid 45. Pero en España, llegó a salir a la cancha sin siquiera poder agacharse para una foto. Las operaciones en los tendones maltrechos de su rodilla derecha pasaban factura. Los músculos inflados en Holanda a base de anabólicos lo habían convertido en una Ferrari, pero fueron demasiado peso para sus tendones de Bento Ribeiro. Las imágenes de cada una de sus graves lesiones revela que se rompe solo, sin que nadie lo golpee.

A ello se sumaron los 31 años, casi la mitad en la alta competencia y las exigencias de patrocinadores que lo llevaron inclusive a Kosovo y que aún en 2007, casi sin jugar, lo mantuvieron como el tercer futbolista mejor pago del mundo, detrás de David Beckham y Ronaldinho. En el Louvre lo reconocieron pese a que fue con peluca, gorra y anteojos. Sólo Juan Pablo II parecía desconocerlo, cuando le preguntó en qué país jugaba. Al deterioro colaboraron también los placeres nocturnos, el alcohol y el sobrepeso inevitable. Su padre le regaló el libro Estrela Solitaria, una biografía tremenda sobre el ocaso de Garrincha. Pero se la devolvió sin haber llegado siquiera a las primeras veinte páginas. Para peor, su eterno desinterés por la táctica desnudó limitaciones. Aún así, en Real Madrid anotó 96 goles en 159 partidos. Pero el club no lo soportaba más y vendió sus restos al Milan por 7,5 millones de dólares, una cifra acorde con la debacle.

En Milan no jugó casi nunca, hasta que volvió a romperse la otra rodilla la semana pasada. "A Ronaldo -denunció Bernardino Santi, médico de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF)- lo sometieron a tratamientos con suplementos y anabólicos en pleno crecimiento cuando fue a Holanda y eso provocó lesiones estructurales en su musculatura". No hizo más que recordar viejas acusaciones lanzadas años atrás por otros colegas. Pero la CBF lo despidió de inmediato porque Santi rompió la ley de la omertá que rige en la corporación del fútbol.


La pelota sabe que aparecerá un nuevo rey. Si Kaká vuelve a fracasar en el próximo Mundial, tal vez sea el turno de Lionel Messi. El argentino partió a Europa cuatro antes que Ronaldo, a los 13. Medía apenas 1,40m, sus hormonas de crecimiento estaban dormidas y Barcelona, su nuevo club, le dio hormona de crecimiento sintética (GH), una droga prohibida en el deporte pero que, en su caso, según aseguran especialistas, formó parte de un tratamiento médico correcto. Leo se aplicó inyecciones todos los días durante treinta meses y creció 29cm, hasta llegar a su 1,69m actuales. Hace goles como Maradona y los patrocinadores pujan por él. "No aceleremos su progresión", pidió este mismo lunes Cruyff en la TV catalana. El gran Di Stéfano recordó hace unos días al ser homenajeado en Madrid que él siempre fue "un hombre de equipo" pues el fútbol, ante todo, es un deporte colectivo. Pero la maquinaria exige ídolos, héroes individuales dispuestos al sacrificio.
Ezequiel Fernández Moores

domingo, 17 de febrero de 2008

Jugadores


Hay jugadores de medio pelo y jugadores con toda la barba. Jugadores que te hacen pelo y barba. Hay jugadores que te emocionan y jugadores que no sabes si reír o llorar. Hay jugadores que hacen milagros y hay jugadores que son un milagro. Hay jugadores, jugadorcitos, jugadorazos. Hay jugadores que sacan las papas del fuego y jugadores que te queman el rancho. Hay jugadores cumplidores y jugadores cumplidos. Jugadores con ángel y jugadores desangelados. Hay jugadores entrenados, jugadores de entrenamiento y jugadores entrenados en el miento. También hay jugadores que aparecen en el momento menos pensado y jugadores impensados. Hay jugadores tribuneros y jugadores atribulados. Jugadores que sacan pecho en las difíciles y jugadores que difícil que saquen el pecho. Y hay jugadores que hacen siempre la difícil y jugadores que hacen siempre una de más y jugadores que no hacen ni medio. Hay jugadores que se ponen el equipo al hombro y jugadores que son un contrapeso. Hay jugadores de peso y jugadores que van al peso. Hay jugadores de finales y jugadores finales. Hay jugadores con mucho potrero y jugadores con mucho country. Hay jugadores con mucho Play Station y jugadores de Play Station. Hay jugadores con ida y vuelta y jugadores que están de vuelta. Hay jugadores que prometen, jugadores que arremeten y jugadores que están al cuete. Hay jugadores de pecho caliente y jugadores de pecho y frío. Jugadores con cabeza y jugadores que son un dolor de cabeza. Hay jugadores para ir de visitantes y jugadores para quedarte a tomar a mate. Hay jugadores del tomate. Jugadores que nunca te dejan de a pie y jugadores con buen pie. Hay jugadores importantes y jugadores atormentantes. Hay jugadores que agarrate. Jugadores ilustres y jugadores de ni toco ni voy. Hay jugadores fabulosos y jugadores que se hacen los osos. Hay jugadores de ocasión, jugadores de selección y jugadores de colección. Hay jugadores que dejan el alma en la cancha y jugadores que dejan el alma en los vestuarios. Hay jugadores que sueñan con jugar y jugadores que sueñan con jugar en el Galatasaray.
Walter Vargas, Fútbol Delivery

jueves, 14 de febrero de 2008

Una raya más al Tigre


- La dirigencia atigrada junto con su flácida retórica rápidamente se desinfla. Es aún más palpable que estos tres años de gestión de Pacheco fueron una torpe puesta en escena de un proyecto que no existe y que nunca existió. El oportunismo de Pacheco empieza a estrellarse con la "realidad" decadente que vive el Tigre. Son demasiadas las evidencias que lo exponen como un dirigente incapaz de gerenciar los objetivos mínimos del Club.

-Los 461 minutos jugados complotan y abren heridas en el tan esperado Centenario. Invisible Centenario para una dirigencia que ha perdido su capacidad de reflejo y que se desborda sin temer a las consecuencias. No es posible que Pacheco, en la tribuna de preferencia, reaccione a las críticas de un Atigrado con la sinverguenzura ocurrente de que el Estronguista que desee hablar y criticar debe "poner plata" como él lo hace (Habría que preguntarle a Pacheco, ¿plata honesta o como la suya?). No es posible que Montalvo y Arnez se trompeen con los hinchas de la sur. No es posible que Llanos salga a apagar el incendio pidiendo menos "exitismo" a la hinchada y -en la misma línea de Pacheco- juzgue que todos aquellos que critican entran "gratis" al estadio. No es posible que la dirigencia embarre de pullas a las tribunas y de paso pidan "paciencia" y "comprensión".

-Al "exitismo" mencionado por Llanos conviene matizarlo. La Comunidad Atigrada no sabe de logros desde diciembre de 2003. Entramos al 5to Aniversario de sequía campeonera. ¿Eso es "exitismo" o es "estoicismo"? Quedamos fuera del hexagonal 2006, fuimos quintos en el apertura 2007, el hexagonal 2007 fue un paseo por la verguenza. ¿Eso es "exitismo"?

-Por fin implosionó la estoica paciencia gualdinegra. Esquirlas, pedazos y pedacitos aurinegros mancharon las ilusiones ingenuas de los Tigres, que de a poco constatamos que fuimos víctimas, una vez más, del cuento del tío. Cuento torpemente dibujado por un paqpaku de apellido Pacheco y custodiado por sus ponzoñosas viboritas: Arnez y Montalvo.


-El Tigre es un Club difícil de gestionar. Algo pasa en Achumani que los jugadores se amotinan o abren las puertas a los rumores, o se perfilan en trincheras, el corre ve y dile destruye la unidad de los jugadores. Una nube de desmotivación oscurece al complejo. Hace unos años (el 2001) el Dt Córdoba abrió la olla y no había rincón libre de putrefacciones. El profesor Bernardo Redín tiene un mes en medio de ese contexto sombrío y es demasiado esacaso el tiempo de su estadía en el meollo atigrado, no creo que sea capaz de abrir las compuertas para exhibir el trasfondo de Achumani. Trasfondo que es fácilmente imaginable: jugadores con contrato vs. jugadores peregrinos, jugadores alcahuetes de Pacheco (caso Arévalo), jugadores desmotivados por abusos dirigenciales (recuerden el abuso a Adrián Romero, jugador subsumido en la peor incertidumbre), jugadores excluidos (como Chumacero), en fin...

-En estas circunstancias me pongo apocalíptico, y pienso que sólo el desastre total permitirá una posterior resurrección; el milagro que devuelva la épica perdida por tantos años de decadencia. El Tigre se merece otro destino, rescatémoslo de tanto sinverguenza que sólo tienen billetera gruesa y poca testa...


domingo, 10 de febrero de 2008

Dos miradas al Tigre Centenario


El partido The Strongest frente a Olimpia se sumergió en un sombrío mar de dudas. Algunas de ellas se presentan a continuación bajo el prisma aurinegro...




El “Tigre” en su hora gris



Por Ricardo Bajo H.


The Strongest es el primer “grande” en llegar a los cien años. Y lo ha hecho en su hora más gris. Comenzaron los festejos del Centenario y el sentimiento se tornó en vergüenza, ajena y propia. Y lo que es peor con una falta de respeto al aficionado. Se presentó el primer partido internacional como un gran choque con uno de los grandes de América. Pero Olimpia de Asunción llegó con su tercer o cuarto plantel, ni siquiera el técnico del primer plantel, Gustavo Costas, llegó a La Paz. El prometido festejo musical se quedó en unos poderosos parlantes desde donde se abrumaba con música salsa y reggaetón de un conocido grupo de músicos cubanos residentes en La Paz. ¿Por qué la dirigencia no contrató a músicos y grupos identificados con el oro y negro paceño?


En lo futbolístico, la cosa no pinta mucho mejor. El “Tigre” luce descompensado, desequilibrido y sin norte. ¿Puede alguien explicar como se contrata a cuatro jugadores que juegan de enganche? Escobar, Cardozo, Leitao y Bejarano juegan en la mismaposición. ¿Puede alguien explicar por qué la dirigencia contrata a seis futbolistas antes de la llegada del colombiano Redín, un DT sin mucho recorrido como técnico? ¿Cuántos delanteros tiene The Strongest por fuera? ¿Cuántos que jueguen de nueve? Tan solo el recién llegado, Silvera, responde en ese sentido, amén de la “Vieja” Mercado. El otro día miraba al banco y me parecía que estaba viendo al eterno rival. Allá estaban sentados: Carmelo Angulo, Doyle Vaca, Roberto Galindo y Miguel Mercado, todos jugadores ex celestes.

¿Merece el “Tigre” en su centenario algo mejor? ¿Por qué se dejó escapar al mejor jugador (Salazar) que llegó este año a Bolivia? ¿Tiene esto algo que ver con la “política” del presidente Pacheco de no fimar contratos hasta el final “curándose” en salud ante posibles lesiones o bajos rendimientos? ¿Es esta clase de dirigencia la que merece el decrépito fútbol boliviano? ¿Dónde está Fabol para defender a sus afiliados ante este tipo de prácticas dirigenciales?




El Tigre Centenario entre la Cumbia y la Impotencia


Por Christian Vera


Esta tarde frente al Olimpia paraguayo, el Tigre Centenario expuso en cancha un preocupante conjunto de señales que despiertan la inevitable angustia y la temprana frustración. De cuatro partidos amistosos, el Tigre perdió uno (con el rival que más duele perder) y empató tres; exponiendo un juego rústico, carente de gol, invadido de torpezas, precariedades y desprolijidades (atrás, adelante y en el medio). Aún el técnico Redín no solucionó los problemas intrínsecos de un conglomerado anárquico de jugadores que apuestan al caos futbolístico como única metodología para arrimarse a los objetivos que, con certeza, se trastocan en objetivos difusos. En cancha, el Tigre Centenario es una tosca maquinaria futbolística con poco fútbol y mucho ripio entre las piezas.

La dirigencia atigrada se parece demasiado al equipo que tan penosamente han configurado. El Cuadrado Mágico: Pacheco, Arnez, Montalvo, Orellana no se cansan de hacer visibles sus gestos que demuestran lo poco que saben de la sangre amarillo y negro. Para el Cuadrado Mágico, la fiesta de los cien años es una fiesta sabor a cumbia, lejana de los valores atigrados, lejana de la tradiciones atigradas, de las historias que componen ese complejo devenir de los 100 años. A Pacheco gerenciar al Tigre Centenario no solamente es una “oportunidad” que le excede, sino que es una circunstancia que transparenta el objetivo que persiguen sus intereses que lo único que buscan es, por un lado, cosechar réditos políticos por su alta exposición mediática y, por otro, lavar, con el sudor de los jugadores, capitales de procedencia dudosa.

Volviendo al fútbol expuesto, hay amistosos que buscan medir el rendimiento tanto colectivo como individual de los equipos; hay otros, que tienen como único objetivo levantar el autoestima de los jugadores, del equipo y de la hinchada. El de hoy en el Siles fue un partido tedioso, que mostró a un Tigre impotente, fatigado de tanto trabajo muscular y escaso de fútbol. Olimpia se parapetó con dos eficientes bloques de cuatro jugadores, nunca ambicionó traspasar la media cancha, sorprender al Tigre mediante contragolpes, no, no, Olimpia vino a cumplir. Y lo hizo bien. En este contexto, ninguno de los creativos, ni Leitao, ni Escobar, ni Bejarano pudieron encender la mecha para destrabar los bloques defensivos planteados por los paraguayos, fueron Ricaldi y Doyle Vaca (dos centrales de modesto fútbol) los que estuvieron más cerca del gol.

El primer tiempo fue una vorágine de pases imprecisos, de pases inútiles, desbordes que se asfixiaron en la línea de meta. En el segundo tiempo las cosas no fueron distintas, Sacha Lima demostró con una pisca de fútbol que tiene la pasta suficiente para perseguir la titularidad, sorprendió el oficio de 9 de Silvera, y ahí se acabó.

El inicio de la fiesta del Centenario se consumió en medio de la cumbia ensordecedora y de la impotencia futbolística atigrada frente a los ojos del Cuadrado Mágico dirigencial que de fútbol y de toda la trascendencia del Tigre saben muy poco.


Fotos: Acción de La Prensa
Arte Digital: Moisés Pacheco

jueves, 7 de febrero de 2008

Conclusiones provisorias del Bolivia 2 Perú 1


La racionalidad no es el mecanismo más efectivo para abordar las tramas lúdicas que se superponen en el fútbol. Tampoco las causalidades lógicas aportan las suficientes explicaciones a semejante objeto indócil que tiene como eje a un balón. Sin embargo, antes de arrimarme a los vericuetos y laberintos atravesados en el partido Bolivia 2 Perú 1, conviene convocar a ciertas líneas "racionales" y a ciertas causalidades lógicas alrededor del fútbol boliviano.
1.

Racionalidad 1:

La selección boliviana ocupa el meritorio último lugar en la eliminatoria sudamericana.

Causalidad lógica 1:
Si somos los últimos de la eliminatoria, ¿por qué tendríamos que esperar que ayer en la noche la selección Bolivia guste, gane y golee?
2.

Racionalidad 2:

La selección boliviana se vertebra con jugadores que en la alta competencia no marcan diferencia.

Causalidad lógica 2:
Si nuestros jugadores no reúnen características que deslumbren, ¿por qué tendríamos que esperar que ayer en la noche la selección Bolivia guste, gane y golee?


3.

Racionalidad 3:

La FBF se preocupa de una sola variable: la selección mayores. Ha olvidado que es parte de sus atribuciones fundamentales la reconfiguración de la deteriorada arquitectura del fútbol boliviano.


Causalidad lógica 3:
Si la FBF ha olvidado su principal atribución de reconfigurar la arquitectura del fútbol boliviano, ¿por qué tendríamos que esperar que ayer la selección Bolivia guste, gane y golee?


4.


Racionalidad 4:

La ingenuidad y la más absoluta soberbia complotan en cada una de las declaraciones del DT Sánchez, quien ni siquiera se imagina que las palabras son cuchillas de múltiples filos.


Causalidad lógica 4:

Si el Dt Sánchez no tiene un poquito más de cintura política para afrontar las peripecias que le obliga el puesto, inmolará inneceriamente un proceso que lo que más necesita es un cerebro sensato que acopie y direccioné las hilachas del fútbol boliviano. Con este antecedente técnico, ¿por qué tendríamos que esperar que ayer la selección Bolivia guste, gane y golee?


---

A este contexto se añaden sectores impacientes tanto de los "hinchas" como de los periodistas que piden la cabeza del desbordado e ingenuo Dt Sánchez. Pedido que tiene más que ver con la búsqueda desesperada de un "chivo expiatorio" que absorba las desgracias del fúbol nacional, más que con una medida estratégica para dar una vuelta -de 360 grados- al timón de este verde barco futbolero que hace aguas. Somos el vagón de cola en las anteriores y actuales eliminatorias, sufrimos de una escasez de jugadores que cambien el destino de los partidos y, lo que es peor, la ingeniería del fútbol boliviano se cae a pedazos; mientras el Dt Sánchez torpedea, con cada una de sus torpes declaraciones, al actual proceso.


A Sánchez, desde el modesto y limitado entender de este redactor de blog, se le debe exigir coherencia táctica, que esfuerce al máximo la máquina futbolística, que inyecte a la selección precisión, intensidad, sincronía, solidez y convencimiento. Ayudemos entre todos ("hinchas", periodistas, Dts, jugadores, dirigentes) a incentivar la configuración de un norte que trastoque ese nuestro obligatorio destino que nos conduce a la derrota inevitable.
Arte digital: Moisés Pacheco

martes, 5 de febrero de 2008

¿Se descuartizará al fútbol boliviano?


La cúpula del fútbol liguero boliviano tiene entre las manos dos extremas posibilidades: o cohesionar al limitado fútbol boliviano y potenciarlo o definitivamente descuartizarlo y redactar su acta de defunción. Los pequeños intereses de los 12 clubes ligueros, una vez más, impiden que se diseñe, se imagine y se propongan planes que excedan los mezquinos cercos que nublan la mirada de los dirigentes y que condenan al fútbol boliviano a la consecuente mediocridad absoluta. La Liga cumple –en agosto de este 2008– 31 años de existencia; existencia inútil en el momento de evaluar su aporte al fútbol de alta competencia. Esta semana carnavalera, una vez más nos enfrentamos a una disyuntiva de características netamente criolla-boliviana, se trata de la colisión de dos proyectos de campeonato que hasta el momento se sostienen (ambos) sobre la base endeble de criterios coyunturalistas. Las posiciones encontradas denotan la capacidad evaluativa de nuestra dirigencia, que con una sorprendente habilidad defiende el pequeño interés de su club, de su economía y sin temor sacrifica la calidad competetitiva del fútbol liguero. Si nuestra dirigencia no tiene la capacidad para diseñar, imaginar y proponer planes para transformar radicalmente nuestro fútbol, la cúpula dirigencial terminará por aventar al fútbol boliviano a un espiral de mediocridad que nos hundirá aún más en nuestra sempiterna obligación de perder. El fútbol boliviano está, nuevamente, en manos de los inoperantes de siempre...